La catarsis de Turín
La Juventus, primer test del Barça post-Bartomeu. Cristiano vuelve a dar positivo en COVID-19 y es baja. Sin Piqué ni Coutinho, Lenglet y Griezmann están bajo la lupa.
Reina la confusión en el Barça. Institucional, pero también deportiva. A lo lejos, se avista el intento de Ronald Koeman de reconstruir un equipo devastado en Lisboa. Pero, al mismo tiempo, y tapado por esos dos partidos menos, se esconde una peligrosa clasificación deportiva en LaLiga; dos derrotas consecutivas y la sensación de que no se progresa lo suficiente. Si en la coctelera se mete el guirigay de la dimisión de Bartomeu, podía decirse tranquilamente que el Barça llegaba a Turín hoy en una situación que anda a medio camino entre la catarsis y la pre-crisis (sigue el partido en directo en As.com). Eso sí, con el colchoncito de su primera victoria ante el Ferencvaros. Pero este, se supone, debe ser un nuevo Barça. Messi se ha liberado de su 'secuestrador'.
El Barça tiene pocos buenos recuerdos de sus visitas a Turín. Si acaso, ese lejano gol de Archibald con la oreja. El resto ha sido sufrimiento. En el viejo Comunale, en Delle Alpi y, finalmente, en el Juventus Stadium, donde en 2017 el Barça, zarandeado por Dybala (3-0), empezó su festival de catástrofes. Luego, Roma, Liverpool y Lisboa.
La era Pirlo, un fantasista que juega con tres centrales (Demiral, Bonucci y Danilo por las lesiones de De Ligt y Chiellini), tampoco ha empezado bien en la Juventus. La Vecchia Signora circula quinta de la Serie A aunque, como el Barça, en la Champions le salva su primer triunfo en Kiev. Los goles de Morata y la aparición de Kulusevski son sus pocas buenas noticias porque no tiene a Cristiano.
El Barça ha viajado sin Piqué y sólo con dos centrales. Lenglet, está bajo sospecha después de caer en la trampa de Ramos. El partido de Turín es un desafío para Griezmann, que tendrá hueco en el once después de la lesión de Coutinho. Falta saber dónde. Su deseo es jugar como mediapunta, pero Koeman ya le advirtió: "No puedo llenar de dieces el equipo". Turín no es un partido definitivo, pero sí una prueba de credibilidad para el primer Barça post-Bartomeu.