Dudas y un partido invisible
Malestar en ambos equipos por jugarse en un horario furtivo. Baraja, señalado, podría hacer cuatro cambios. El Leganés busca velocidad de crucero.
El fútbol es de la gente, dicen. Por eso quizá este Leganés – Zaragoza (sígalo en directo en As.com) no sea fútbol. Licuado de espectadores hasta el túetano, suena a partido invisible. Así lo sienten hinchas pepineros y maños. Y no por la ya cada vez más costumbrista visión de un estadio sin público, sino porque el día (jueves) y la hora (16:30) hacen tarea compleja seguirlo por cualquier plataforma. Inicialmente se iba a disputar a las 21:30, pero la guerra RFEF-LaLiga le metió un volantazo y el choque terminó accidentado en el arcén del horario laboral. Un dislate que ayer denunciaron Martí y Baraja. Derecho al pataleo tan aplaudido (mucho) como inútil (más aún).
La queja por este asunto no es lo único que comparten uno y otro técnico. Por ejemplo, les une la idolatría del 4-4-2 como dibujo sagrado o el anhelo de conjugar escuadras que dominen al rival por la vía de la posesión. También coinciden Martí y Baraja en que sus equipos, en este arranque de curso, no han conseguido cumplir tan ambiciosa hoja de ruta. Las dudas mandan, aunque son más profundas en un Zaragoza al que el rejón del Málaga el domingo (1-2) dejó dañado y con los pañuelos asomando por el bolsillo a la espera de un nuevo tropiezo.
Caer (y cómo se caiga) en un Butarque maldito (en tres visitas jamás ganó el Zaragoza) podría acentuar la presión sobre Baraja y su proyecto, el octavo consecutivo que los blanquillos inician en Segunda. En parte por ellas, por las dudas, en parte por lo apretado del calendario, el entrenador pucelano podría agitar un once del se caerían Guitián, Nieto, Larrazábal y Toro Fernández. Jair, Chavarría, Bermejo y Vuckic serían sus recambios. Novedad segura es la entrada del nigeriano James Igbekeme en lista después de encadenar cuatro meses de ausencias por culpa de las lesiones.
El Leganés de Martí sólo respira dos puntos por encima de los maños. La última bocanada se la ganó en Logroño con un triunfo más balsámico por el qué (ganar) que por el cómo (el juego). Dicen en la Avenida de los Once Leones que la confianza para mejorar el fútbol también se logra por la vía del triunfo: "En Segunda a veces no se puede exigir más que los resultados”.
El autor de la frase es Laure, cedido por el Zaragoza y ausente hoy por una cláusula que obligaría al Lega a pagar si lo alineara. Sí jugará Borja Bastón, también ex del Zaragoza y pesadilla recurrente del Lega con la blanquilla enfundada. El sábado volvió a ver puerta 385 días después. Ahora quiere devolverle el dolor de cabeza a sus ex. Rober Ibáñez y Silva no llegarán por lesión y Kevin Bua podría estrenarse en una lista. Martí también podría rotar, aunque el mallorquín ya avisó de que usará a los once que mejor estén para ganar un partido invisible.