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REAL MADRID 0 - CÁDIZ 1

El Cádiz tendría que ser patrimonio de la Humanidad

Los pupilos de Cervera emulan a la Quinta de Ramón, la de los Kiko, Fali y Mateos, que arrancó un 1-1 del Bernabéu en 1992. De Segunda a ganar al campeón en tres meses, eso es arte.

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Si el Cádiz Club de Fútbol no existiera, habría que inventarlo. Hay clubes que alegran el fútbol y el amarillo es uno de ellos. El fútbol que les tenía hace cinco años en Segunda B ayer recompensó a la hinchada cadista con un hito: arrollar a todo un Real Madrid nada más regresar a Primera.

Pedía Kiko Narváez en estas páginas que Álex Fernández, el Choco Lozano y Negredo jugasen como aquella Quinta de Ramón, los Mateos, Fali o él mismo, chavales con espíritu amateur que viniendo de Tercera División entre bocatas de chicharrones con limón lograron arrancar un 1-1 en el Bernabéu en 1992 cuando apenas pensaban en ir a hacerse la foto. Este Cádiz de 2020 se divirtió igualmente pero le sumó un destrozó profesional al Madrid con un primer tiempo en el que fue viento del Atlántico: cinco disparos entre los tres palos, el Madrid no recibía tantos desde septiembre de 2018. Salvi fue el viento de Levante que pasó una y otra vez por encima de Marcelo y convirtió la banda izquierda del Madrid en zona catastrófica. Surfeó y surfeó mientras Negredo se bañaba a placer por detrás de Kroos, Nacho fue víctima de su hermano Álex en ten con ten de los Fernández como si no se conocieran de toda la vida y José Mari estiraba casi la toalla en el centro del campo del Di Stéfano.

Para las chirigotas del Falla

Un partido del que hablará alguna comparsa en las chirigotas del Teatro Falla durante el próximo Carnaval, a buen seguro. Bastaba con mirar fuera del terreno de juego y ver lo que el ojo televisivo a veces no ve. Mientras el banquillo del Madrid era una platea de la ópera, silencioso e inmóvil, el del Cádiz era el gallinero en una función de variedades. Tan metidos estaban en el partido que le hicieron sudar tinta al cuarto árbitro, Mallo Fernández, que bastante tenía con intentar atar en corto a un hiperactivo Cervera, el hombre clave de la alegría amarilla con una lección táctica de las de ejercicio para el cursillo de entrenadores.

"Eufórico de no ir perdiendo por 0-4", tuiteaba el conocido periodista (madridista) Manuel Jabois. El Madrid fue por momentos un campeón de chiste, el Cádiz hizo historia y ningún hincha cadista podrá decir a sus nietos 'yo estuve allí'. Tiene guasa la cosa.