Suárez, solución al problema del balón parado del Atlético
El '9' regresa tras marcar tres penaltis con Uruguay. El equipo rojiblanco tuvo cinco lanzadores el curso pasado. Fue, junto al Alavés, el único que no vio puerta de falta.
El Atlético perdió la estabilidad a balón parado con la marcha de Griezmann al Barcelona en el verano de 2019. El francés había ido perfeccionando su golpeo directo, tanto en los penaltis como especialmente en las faltas directas, y en el curso 2018-19 había marcado tres tantos de penalti en sus tres lanzamientos y tres tantos de falta en Liga, el segundo mejor jugador en esa faceta de la competición tras Messi (seis).
Griezmann era sin duda alguna el especialista del equipo, lanzando prácticamente todos los balones parados y aumentando sus porcentajes de efectividad año tras año. El único penalti que no tiró el francés fue contra el Leganés, porque no estaba sobre el campo (días después se viajaba a Turín) y con Saúl ejerciendo de tirador y marcando a la segunda, después de que Lunin repeliese su disparo pero pudiese aprovecharse del rebote.
Desde entonces el Atlético no ha encontrado su especialista. La temporada pasada tuvo cinco lanzadores diferentes desde el punto de penalti, algo que demuestra la falta de confianza de un tirador concreto. Empezó siendo Morata, que falló en la primera jornada contra el Getafe pero luego marcó los otros tres penaltis que tiró (Sevilla, Barcelona en Supercopa y Mallorca, donde erró de primeras pero el VAR lo mandó repetir). Diego Costa fue el otro principal tirador, fallando contra el Sevilla y marcando contra el Valencia y el Alavés (falló también en el Camp Nou, pero el VAR lo hizo repetir). Acertarían en sus dos lanzamientos Saúl, los dos ante el Barcelona, y João Félix, los dos en Champions (Lokomotiv y Leipzig), mientras que Trippier falló contra los rusos.
Luis Suárez, con galones
Pero la llegada de Luis Suárez lo cambia todo. El delantero tomó el camino opuesto a Griezmann el pasado verano y también lo hará en cuanto a las responsabilidades del balón parado. En el Barcelona, con Messi, es misión imposible ver a otro tirador principal de penaltis y especialmente de faltas, donde es posiblemente el mejor especialista. Pese a esto, Suárez lanzó 14 penaltis en su etapa como blaugrana, marcando 12 de ellos (85.71% de acierto). También haría un gol de falta directa (en 32 intentos según los datos de Opta), una faceta donde se le vio lucir en mayor medida en el Liverpool. En su última temporada en el equipo inglés anotó tres tantos de falta directa, unos goles determinantes para conquistar la Bota de Oro con 31 tantos.
Así, aparentemente Suárez se convertirá en el especialista del Atlético para lanzar los penaltis y quizás algunas faltas. Durante el parón internacional anotó tres tantos, todos ellos desde los once metros (dos a Ecuador y uno a Chile). En la primera jornada contra el Granada, donde Saúl falló el primer penalti de la temporada aún sin Suárez en el campo, el colegiado señaló un segundo penalti sobre el uruguayo, que cogió el balón sin la menor duda para lanzar. Pero finalmente el VAR le dejaría sin la oportunidad que a la postre podía haber conllevado un hat-trick, ya que después llegarían sus dos primeros goles de rojiblanco.
En cuanto a las faltas directas, el Atleti fue el único equipo junto al Alavés que no marcó ningún gol en esta faceta durante toda la temporada pasada. El Barcelona con cinco, el Alavés con cuatro del genial lanzador Óscar y el Celta con tres fueron los equipos que más explotaron esta faceta. Un aspecto donde el Atlético quiere dar un paso adelante (tampoco vio puerta así en el resto de competiciones) y se ha hecho con uno de los jugadores más mortíferos de cara a puerta. De Suárez dependerá volver a tener un tirador de penaltis seguro como lo fueron Falcao, Mandzukic, Gameiro, Griezmann (pese al fallado en la final de Champions) o el propio Costa en la temporada de LaLiga y poder volver a generar peligro con las faltas en la frontal del área, donde jugadores como Trippier, Lemar, Koke o Saúl no han conseguido encontrar la llave.