La Uruguay de Suárez y Valverde se ahoga en Quito

Parece difícil pensar que Uruguay vaya a tener problemas para clasificarse al Mundial de Qatar 2022. Es, por talento, una de las tres o cuatro mejores selecciones del continente. Cuenta con futbolistas de primer nivel en todas sus líneas. Con Óscar Washington Tabárez a los mandos, siempre se ha mostrado fiable, especialmente en la parcela defensiva. Un equipo que se refugia como un bloque y que muestra una efectividad ofensiva por encima de la media. Sin embargo, todas las dudas posibles respecto a lo que deparará el futuro de la Celeste han salido a la luz tras la dura derrota por 4-2 que ha sufrido en Quito ante Ecuador.

¿Puede esta selección competir contra las mejores? ¿Mezclan bien los veteranos como Diego Godín, Luis Suárez o Martín Cáceres con los jóvenes como Fede Valverde, Rodrigo Bentancur o Brian Rodríguez? ¿Seguirá funcionando ese estilo conservador, incluso anticuado en muchos aspectos, que promueve el profe Tabárez? El aficionado uruguayo se va hoy a dormir pensando que van a ser una Eliminatorias Sudamericanas largas. No será fácil sacar el billete a Qatar, menos aún teniendo en cuenta el crecimiento de otras selecciones como la propia Ecuador que dirige el argentino Gustavo Alfaro con maestría y que disfruta de una generación que va a dar mucha guerra en el continente los próximos años.

Su partido en Quito arroja un aspecto positivo: es muy evidente todo lo que se ha hecho mal. Terroríficas transiciones defensivas; poco control del ritmo del partido con y sin pelota; muchos errores en la entrega, alguno demasiado cerca de la portería de Campaña; descoordinación en los movimientos tanto de centrales como de mediocentros, siempre fuera de tiempo; presión poco eficaz. Tampoco acompañó la suerte: le anularon dos goles Uno a Luis Suárez por fuera de juego y otro de Darwin Núñez por mano previa. Un cúmulo de problemas que parecen tener solución. La cuestión ahora es cómo solventarlos.

Ecuador se apoyó en dos fortalezas fundamentales. La primera fue la altura de Quito. No es sencillo jugar a 2.850 metros. Los jugadores visitantes pierden más de 25% de capacidad aérobica y la pelota se vuelve incontrolable. La segunda es la alegría que le han aportado sus jóvenes. Estupiñán, Caicedo, Estrada (dos goles) o Plata le dan un aire nuevo a una selección que lleva muchos años lejos de ser candidata en Sudamérica.

Luis Suárez maquilló al final el resultado con dos goles de penalti. El jugador del Atlético de Madrid sigue aumentando sus cifras: ya lleva 62 goles y se aleja de Cavani como máximo goleador de la historia de la selección uruguaya. Respecto a los otros representantes de la liga española, Valverde corrió (como siempre) pero fue víctima del descontrol general, mientra que Maxi Gómez no marcó, lo cual es noticia porque lo había hecho en cuatro de los últimos seis partidos.

En un mes, Uruguay tendrá una doble jornada peligrosa: viajará a Colombia y recibirá a Brasil en cuestión de días. Aunque esto es largo, perder puntos en el comienzo puede ponerte en un aprieto al final. Por su parte, Ecuador probará de su propia medicina (la altura) en La Paz ante Bolivia y recibirá también a la selección cafetera.