Kubo: el Madrid ya canceló las cesiones de Vallejo y Lunin

La temporada pasada hubo dos ejemplos de cómo ha decidido proceder el Real Madrid cuando a sus cedidos no les va como se esperaba. Tanto Lunin como Vallejo, sin apenas minutos, vieron interrumpidas su respectivas cesiones a mitad de curso y acabaron en otro equipo en el que sí gozaron de oportunidades. Y ambos casos están de actualidad ahora en los despachos de Valdebebas por si hubiera que repetir la fórmula estas navidades con Kubo, 54 minutos en cinco jornadas.

La perspectiva del Madrid en este capítulo no se basa en que los equipos a los que ceda a sus futbolistas marchen bien o que sus futbolistas sean indiscutibles, sino que les den opciones suficientes. Y sin lesiones, su cruz en el Madrid, a Vallejo en el Wolverhampton casi no le tuvieron en cuenta. Jugó 612 minutos en siete partidos, tres de ellos en agosto buscando la clasificación para la Europa League, y se quedó a cero desde el 30 de octubre. A finales de enero aterrizó en el Granada, con el que disputó 881 minutos en 14 encuentros, nueve como titular. Y con ese estatus ha empezado esta 2020-21 a préstamo en el Nuevo Los Cármenes, un equipo en el que está brillando y donde apuestan firmemente por él. En este caso, fue el propio Vallejo quien decidió salir del Wolverhampton al no cumplirse lo que Nuno, su entrenador, le había prometido al ficharle. Ante esta petición, los Wolves le cedieron al Granada. El Madrid se mantuvo en una postura neutra, aunque siempre apoyando la decisión del futbolista. Por tanto, si Kubo manifestara su intención de cambiar de aires el club blanco respetaría su decisión igual que ocurrió con Vallejo. 

Con Lunin, curiosamente el mejor amigo de Kubo en el Madrid, ocurrió algo similar. Para el ucraniano se presentaba el agravante de que en su primera cesión, al Leganés en la 2018-19, había jugado sólo siete partidos. En el Valladolid en la 2019-20 fue todavía peor: únicamente dos participaciones, ambas en Copa y ya en diciembre y enero. Por ello puso rumbo a Oviedo, donde disputó las 20 jornadas restantes de Segunda. En el Tartiere mejoró los datos de Areola, entonces segundo portero madridista, y se convirtió en clave para la salvación, con un 75% de paradas.

Kubo promedia, hasta la fecha, cerca de 11 minutos por encuentro en el Villarreal. Nunca ha sido titular y su registro máximo es de 16 minutos, en el Camp Nou. En el Madrid no han gustado nada estas estadísticas, pero aún abogan por la calma. Hasta diciembre, con la Europa League y la Copa por entrar en escena, hay tiempo. Y si no, una solución conocida.