El Espanyol no contempla una cesión para Raúl de Tomás
Una vez caducó su cláusula liberatoria, el club aspira a recuperar la inversión, liberar su masa salarial y obtener cierta plusvalía, de la que el Benfica se queda con el 20%.
Llega el momento del todo o nada para un Espanyol necesitado de liberar masa salarial, de obtener beneficios mediante una venta y al que no le sobran los 'nueves'. Y también el momento para que Raúl de Tomás, que recientemente cambió de representante en busca de una salida, sepa si se va o se queda en la Segunda División, al menos hasta enero. Lo que no sucederá, pues ahí radica la intención y convicción del club perico, es una cesión, como la que se rumoreaba en las últimas horas en Sevilla. O venta o nada.
El Espanyol, que por ahora no cuenta con ninguna oferta en firme por el fichaje más caro de su historia (22,5 millones ha pagado por él desde enero), solo está dispuesto a dejarle ir si al menos recupera la inversión y genera una plusvalía que repercuta en una masa salarial que en estos momentos se encuentra desbordada. Y para ello, la oferta por RdT debería situarse como mínimo en torno a los 30 millones, ya que su club de procedencia, el Benfica, se quedaría con el 20 por ciento del beneficio en caso de venta. Esa cantidad quedaría muy lejos de su cláusula de rescisión, 60 millones, pero permitiría entre otras cosas deshacerse de su amortización y de su elevada ficha.
Seis son los millones brutos que firmó Raúl de Tomás por temporada, y que se han reducido en un 40 por ciento en Segunda pero que es lo mínimo que exigiría percibir en su nuevo destino. Lo que ya no está vigente, confirmaron fuentes del club a este periódico, es la cláusula liberatoria mediante la cual cualquier club de Primera podía hacerse con su préstamo si igualaba lo que el delantero venía cobrando en el Espanyol. Ese punto de su contrato, que dejaba al desnudo al club perico, caducó a mediados de agosto.
Así las cosas, se hace difícil que por ahora pueda ficharlo el Sevilla, el penúltimo destino hipotético que ha sonado con fuerza después de que sus representantes lo hayan empezado a ofrecer en las oficinas de media Europa, y cobra cada vez más sentido la posibilidad de un acomodo en la Premier League, donde no solo los clubes aspirantes al título son capaces de desembolsar del orden de 30 millones de euros por un refuerzo. En menos de una semana se conocerá el desenlace.