Hazard, segundo intento
Hazard tendrá sus primeros minutos de la temporada. En la pasada estuvo 210 días de baja y sólo marcó un gol. El israelí Wiessman debutará como titular
Lo último que sabía el Madrid de Hazard antes de ficharle era que un año antes había sido el segundo mejor futbolista del Mundial de Rusia, que había jugado 52 partidos en cada una de las dos temporadas anteriores con el Chelsea, que la cosecha de goles (17 y 21, respectivamente) había sido estupenda y que en su encuentro de despedida le había dado la Europa League al equipo londinense con dos tantos y una asistencia en la goleada (4-1) al Arsenal. Un torrente de argumentos que justificaban los cien millones pagados por adelantar en un año, que es cuando quedaba libre, su llegada. Una operación sin peros por un galáctico de pies a cabeza recomendado por Zidane tras un año en blanco en el Madrid.
Lo que vino después fue un chasco: un jugador pasado de peso en verano que tardó mucho en arrancar, dos lesiones graves y alguna más menor, 210 días de baja (192 en los seis años anteriores, incluyendo los 80 en que le paró ese tobillo que tantos disgustos le ha dado en el Madrid), sólo 22 partidos (únicamente cinco completos) y un gol. Los peores registros de su carrera. La peor pesadilla para el Madrid, que aún sin él fue campeón. Un triunfo muy poco atribuible a su influencia.
El segundo acto también empezó mal. La pandemia lo desfiguró todo, pero él prefirió apuntarse a dos partidos con Bélgica antes que renunciar para ponerse a tono en el Madrid. Roberto Martínez no le dio un minuto al comprobar su estado y su club entendió mal ese todo por la patria que acabó siendo un nada por la patria. Faltó en Anoeta y el Villamarín, pero estará ante el Valladolid, aunque quizá no de salida (sigue el partido en directo en AS.com). El Madrid espera a su galáctico en este segundo intento.
Hazard regresa en pleno debate sobre la falta de gol, el nueve suplente, los dibujos mutantes de Zidane y un VAR de microscopio. También vuelve Asensio, otro inédito desde que se cayera de la última convocatoria de Luis Enrique por un edema en la rodilla. Tampoco el balear ha roto en goleador: seis en su mejor año.
En la otra esquina, el Valladolid ha hecho de la austeridad virtud. Se sabe con poco gol y sobrevive negándoselo al rival. Sólo los descendidos Leganés y Espanyol marcaron menos que él el pasado curso, pero fue el segundo equipo menos goleado de la segunda mitad de la tabla. Y por ese camino sigue ahora: dos goles y dos puntos en tres partidos, con mejores sensaciones que ganancias. La temporada pasada sacó un empate en el Bernabéu y el Madrid sólo pudo ganarle en Zorrilla con un gol de última hora de Nacho. Es un equipo difícil de abordar, pese a que ha perdido jugadores importantes (Salisu, Enes Ünal, Sandro...).
Sergio casi repitió once en los dos primeros partidos (sólo cambió al meta Roberto por el positivo por COVID de Masip) y rotó a cinco en el tercero tras la derrota en el Villamarín. Hoy se espera que vuelva a agitar la alineación porque el sábado le espera un equipo de su especie, el Eibar, ante el que sus perspectivas son mejores. Podría ser titular por primera vez Weissman, el israelí que la temporada pasada metió 37 goles en 40 partidos en el Wolfsberger austriaco. Hasta ahora ha jugado dos ratitos. Y puede debutar el lateral Sergio López, que cambió este verano la cantera blanca por la pucelana.
Las bajas del Valladolid se compensan con las del Madrid. La más notable, la de Kroos, con Casemiro el centrocampista de cabecera de Zidane. En cualquier caso, ahí anda sobrado de munición: Valverde, Odegaard, Modric o Isco. Entre dos y tres podrían estar en el once. Y hasta es posible que se abra una puerta para Marcelo ante un equipo cuyo ataque no exigirá tanto como Real o Betis. Zidane quiere mantenerlo conectado.