Semedo vuelve a casa: aprendió a ser lateral en el Benfica
Hélder, ex jugador del Deportivo y técnico de las categorías inferiores, le convenció de retrasar su posición. Eso le dio 35 millones de euros al club e hizo rico al jugador.
Será especial para Nelson Semedo (16-11-1993) regresar a Da Luz, el estadio donde se labró un prestigio internacional en sólo dos temporadas con el Benfica. El lugar donde llamó la atención de Robert, secretario técnico del Barça, que después de la fallida primera temporada post-Alves, atacó su fichaje en el verano de 2017. El mérito de Semedo, además, es que explotó en una posición, la de lateral derecho, donde no se había criado.
Fue Hélder, técnico de las categorías inferiores de los encarnados, quien propuso a Semedo que retrasase su posición habitual. Lleno de centrocampistas y mediapuntas, Hélder sugirió a Semedo que tenía condiciones para ser lateral derecho. Velocidad, recorrido... A Semedo, a bote pronto, la idea no le hizo demasiada gracia. Pero Hélder le dijo que pronto se convencería de que era su posición ideal. Y acertó. Semedo, que pasó (y aún pasa) malos ratos en el balance defensivo, y que se vio obligado a aprender conceptos tácticos que eran desconocidos para él, un jugador con cierta tendencia a la anarquía en sus inicios, más en la posición en la jugaba, se hizo un nombre y acabó haciendo una fortuna gracias a la ocurrencia de Hélder.
Jugador ya asentado en la élite, el Barça y Semedo han dado varios bandazos respecto a su futuro en el último año. Dolido por su suplencia en Anfield el día del 4-0, Semedo quiso irse del Barça este verano. Tenía una oferta del Atlético pero el club azulgrana, picado con el Atlético por el caso Griezmann, le tasó en 50 millones de euros. Semedo se quedó con la promesa de la titularidad y la renovación. La titularidad la tuvo, pero la renovación no. El Barça pensó que, una vez encarrilada su amortización, podría ser un buen activo para vender. Tenía ofertas y el Barça necesitaba el dinero. Ahora la situación ha vuelto a virar. Semedo puede ampliar su contrato. Adaptado a la ciudad (sin ir más lejos, es un clásico del mercat de La Boquería, en el corazón de La Rambla), el club se plantea extender la relación con el portugués. Todo cambia en el fútbol, como su posición en el campo el día que sobraban los centrocampistas en el Benfica.