La contrarreloj de Diego Lainez

Diego Lainez tenía 18 años cuando aterrizó en el Betis a cambio de 15 millones de euros. Quique Setién le entregó algunas oportunidades y Rubi, más tarde, le dio otras cuantas. Ahora tiene 20 años y una contrarreloj por delante en los próximos días: quiere convencer a Manuel Pellegrini para quedarse en el nuevo proyecto y frenar la intención inicial del club de buscar una cesión que pueda posibilitar el salto definitivo del futbolista mexicano. El chileno quiere velocidad y desborde en los costados y Lainez puede asemejarse a ese perfil, aunque en Heliópolis hay cautela con el protagonismo que pueda tener en este nuevo plantel y no se descarta aún cualquier movimiento de mercado en dependencia a los fichajes que puedan llegar.

Lainez jugó poco más de 500 minutos en su última campaña con el Betis. Estuvo a punto de marcharse en invierno ante la demanda de varios equipos por una cesión, pero Rubi frenó esa opción al contar con el jugador y tener a varias piezas ofensivas lejos de su mejor nivel. En enero del año anterior, la dirección deportiva comandada por Lorenzo Serra Ferrer y la actual directiva decidió apostar por este joven jugador que había despertado el interés de Europa con su fútbol en México. El extremo eligió al Betis antes que al Ajax y tras campaña y media en LaLiga debe entregar un punto más de rendimiento para responder a la alta inversión del club bético.

Pellegrini iniciará esta semana su contacto más puro con sus futbolistas en un stage en Marbella que responderá a muchas de sus dudas respecto a qué jugadores se ganan un sitio en su proyecto. Su potencial y la dificultad financiera por la atraviesa el fútbol son aliados para que el mexicano encuentre su tercera oportunidad en un equipo que quiere más de él. A algo más de un mes para que arranque una nueva Liga, Lainez vive una nueva contrarreloj para quedarse y ejecutar su mejor versión sobre el campo.