Final entre 'hermanos' con el ascenso a Segunda de premio
Cano y Romo, los técnicos del Castellón y el Cornellà, aparcan su amistad por esta noche para intentar meterse en Segunda (22;00, Footters).
Pocos secretos esconden Castellón y Cornellà. Óscar Cano y Guillermo Romo, sus entrenadores, son íntimos. "Somos hermanos", dijeron ayer en rueda de prensa. Cuentan que durante el confinamiento se hacían videollamadas todos los días. Cano fue el maestro de Guillermo durante todos esos años que compartieron banquillo juntos en el Betis o en el Alcoyano. La amistad fue creciendo hasta el punto de hacerse inseparables. Ahora el destino ha querido que una final por Segunda se interponga en su relación. Cano y Romo se juegan una plaza en el fútbol profesional, algo impensable cuando cruzaban conversaciones durante horas en ese periodo en el que no se podía salir de casa.
Maestro contra discípulo se ven las caras en La Rosaleda. El que gane estará en Segunda el curso que viene. Los dos lo merecen porque el camino no ha sido fácil. El Castellón perdió la batalla moral de ascender por la vía rápida y sudó sangre ante la Peña Deportiva. El Cornellà también se ha ganado a pulso estar en la final tras tumbar a dos gallitos, como el Ibiza y el Baleares.
En una batalla igualada, el aspecto físico será clave. Y el Cornellà parte con ventaja porque ha llegado a la final sin necesidad de disputar ninguna prórroga. El Castellón sí tuvo que irse al tiempo extra en sus dos eliminatorias. En total, ha jugado una hora más que su rival y eso, a estas alturas y después del parón, es mucho.
Cano y Romo cuentan con su once de gala. No tienen bajas. Lo bueno es que se han ahorrado muchas horas de vídeo sobre el rival porque entre ambos no hay secretos. La Segunda espera al Castellón una década después, pero el Cornellà quiere darle la bienvenida al fútbol profesional por primera vez en su historia. Demasiado en juego entre dos hermanos.