El Valencia respira o revienta
El conjunto de Sergio González tratará de sellar matemáticamente la permanencia en Mestalla, donde los de Voro se juegan sus últimas opciones de pelear por Europa.
En Singapur, a 12.000 kilómetros de Mestalla, Peter Lim le da vueltas a quién será su entrenador el año que viene. Esa tarea la tiene ya hecha Ronaldo. Sergio González tiene contrato hasta 2022 y además se ha ganado con hechos su continuidad. Su Valladolid (oficiosamente) seguirá en Primera y puede sellar hoy (oficialmente) la permamencia. Por contra los rumores van que vuelan por Valencia desde el despido de Celades. Llega ruido desde Francia sobre Laurent Blanc, aunque su nombre pierde volumen al cruzar los Pirineos, hasta el punto de que en oficinas nada se sabe del francés; Pepe Bordalás, que sale en todas las quinielas, gusta mucho a los aficionados pero a día de hoy menos a la propiedad. Mientras, en Mestalla, a 12.000 kilómetros de Singapur, Voro aisla a los suyos de tal rumología sobre el futuro (sigue el partido en directo en AS.com).
El Voro entrenador no tiene más mañana que el partido de hoy y los otros tres que le quedan en el cargo. El Valencia se juega contra el Real Valladolid no perder definitivamente su último tren a Europa. La verdad es que el billete lo tiene en arameo, porque no solo es el más rezagado de la terna de aspirantes sino que además tiene perdido el gol average con todos (Villarreal, Getafe, Real Sociedad y Athletic). Voro, que hará uso de rotaciones, tiene entre ceja y ceja cerrar el grifo de goles encajados. Con 50 goles en contra es difícil llegar a Europa y con dos goles en cada uno de los últimos tres partidos, normal que lleve cuatro sin lograr la victoria.
El Real Valladolid, por su parte, logró casi sin querer la victoria ante el Alavés y gracias a ella (y a otros 36 puntazos más) llega a Mestalla sin presión. Ello le permitirá ser el equipo valiente que lo ha sido siempre con Sergio cuando ha tenido un buen colchón, un entrenador que podría dar galones de titular por primera vez a los canteranos Kike Pérez y Víctor.