El invicto Deportivo pone a prueba la escalada del Huesca
El conjunto coruñés, que pelea por la salvación, es el único que no ha perdido en el regreso. El Huesca no estaba en ascenso directo desde noviembre.
La temporada entra en su tramo decisivo y Deportivo y Huesca caminan firmes hacia sus objetivos, aunque todavía les queda bastante por remar para llegar a sus respectivas orillas. La de los blanquiazules se llama salvación y presentan como aval ser el único equipo invicto de Segunda en el regreso tras el confinamiento. La de los oscenses es bastante más ambiciosa: el ascenso directo. No lo pisaban desde la jornada 15ª, allá por el lejano mes de noviembre, y el objetivo es mantener el codiciado puesto hasta el final después de superar sus dudas con la escalada realizada en las últimas jornadas (sigue el partido en directo en As.com).
Así, ambos conjuntos llegan en forma y reforzados por los resultados. Las dos victorias consecutivas han aupado a los de Míchel a la cumbre con la solidez por bandera. Los coruñeses, por su parte, están acabando los partidos como tiros y tantas remontadas (Oviedo, Rayo, Ponferradina y Tenerife) dejan de ser casualidad y lustran la apuesta de Vázquez por las rotaciones. Dos equipos al alza que también comparten problemas en el mediocentro. En la última jornada Uche Agbo dijo adiós a la temporada al tiempo que Doukouré hacía lo propio. Dos piezas claves para ambos en el pivote que serán difíciles de sustituir.
Si la trascendencia clasificatoria es grande, el morbo que rodea al encuentro no es menor, con una legión de ex como protagonistas. Luisinho y Mosquera tuvieron que dejar A Coruña tras el descenso de 2018 por las apreturas económicas. El portugués, Juan Carlos y un Insua que es baja de última hora, celebraron a las órdenes del sancionado Fernando Vázquez el ascenso del Depor en 2014. En el bando local la noticia está en la portería. Dani Giménez, titular en los últimos 83 partidos, tiene molestias y se probará hoy. Si no las supera debutará Jovanovic, meta cedido por el Huesca sin la ‘cláusula del miedo’.