SEVILLA-BETIS

El derbi de la calle

Antoñito y Dani, dos de los delanteros de la escuela sevillana y que han vivido muchos derbis, repasan con As el Sevilla-Betis y cómo ha cambiado el fútbol.

MIGUEL MORENATTIDIARIO AS

La Plaza de España ejerce de improvisado Patio de Monipodio para dos de los delanteros más pícaros que ha dado la Sevilla futbolística, uno de cada equipo, prácticamente contemporáneos el uno del otro. Son Antoñito Ramiro Pérez (1978) y Dani Martín Alexandre (1981), uno del Polígono San Pablo y otro del Tardón de Triana, en las antípodas de la ciudad y también del fútbol. Un sevillista y un bético que protagonizaron algunos de los momentos más calientes en la historia de los derbis. Antoñito, además, tuvo la ocasión de marcar algunos goles importantes que enfadaron mucho a la parroquia verdiblanca. Luego forjarían una buena amistad jugando juntos en el Atlético Baleares. As les cita juntos y la guasa es constante, aunque esta semana no la habrá... al menos hasta después del partido del jueves.

Y eso que ambos saben que están ante un derbi extraño, el que más: sin público en las gradas de Nervión. "Lo que se ve en el campo rival o en casa... eso hay que vivirlo y para un sevillano es un sueño. Es el mejor partido que puedes disputar en Primera. Antoñito y yo hemos jugado en el Camp Nou, en el Bernabéu... pero el ambiente que se vive en un prederbi y un derbi lo van a echar mucho en falta. Esa motivación, que es gigante, no tiene igual", suscribe Dani.

"El ambiente es inigualable. Ahora no va a haber gente animando pero conociendo cómo trabaja Monchi estoy convencido de que los jugadores van a salir al doscientos por cien. Es el partido más importante para un canterano del Sevilla y del Betis. Dani y yo somos sevillista y bético de cuna, él de Triana y yo del Polígono San Pablo y lo hemos mamado", le secunda el exdelantero del Sevilla.

Antoñito y Dani vivieron en una época de guerras dialécticas y algo más entre Lopera y Del Nido. Estos días, Loren, Pedraza, Caparrós o el mismo Del Nido le han puesto picante a la previa, pero nada que ver con lo de hace 15 o 20 años. "Ahora las directivas miden más sus declaraciones. Antes los derbis eran mucho más calientes y con muchas más provocaciones. Pero esa rivalidad siempre va a existir. Cuando llega la semana del partido, ya Dani no es tan amigo mío ni yo tan amigo de él", constata el de El Polígono.

Aquellos derbis, con afición pero sin VAR, se jugaban mucho más con las armas del futbolista de siempre, las que representan Antoñito y Dani, dos canteranos cuyo fútbol se crió en la calle. "Me gusta definirme como jugador de barrio, de plazoleta, más que pillo. No sé si aquel fútbol se estará perdiendo, pero sí esa manera de estar en el sitio, de tener oportunismo o buscarse la jugada. Ahora el fútbol es mucho más físico, quieren atletas. Antes el juego era más anárquico", afirma el sevillista.

"Ahora se para un partido para ver si es penalti o no. Hace seis o siete años atrás, cuando nos retiramos, eso era impensable. El fútbol se ha vuelto mucho más físico y es complicado encontrar gente como Antonio, que tenga esa calidad y picardía. Eso no se enseña en un escuela de fútbol, lo sé porque tengo una. Se aprende de uno que tiene diez años más y es más tunante que tú", concluye el trianero.

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