OPERACIÓN OIKOS

Borja: "Todavía me despierto sobresaltado algunas veces"

Hoy, 28 de mayo, se cumple un año de la detención del exjugador gallego que sigue sin entender qué ocurrió e insiste en su inocencia porque no hay pruebas contra él.

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Pedro AgreloDIARIO AS

En un pequeño pueblo de la Ribeira Sacra, a los pies del Miño, pasa Borja Fernández (39 años, Ourense) esta cuarentena después de que el estado de alarma le sorprendiera allí. No es mal lugar para admirar sus vistas, disfrutar con la familia y reflexionar sobre lo que ha pasado en el último año.

¿Qué tal? ¿Cómo ha llevado esta cuarentena?

He llevado mal la parte social, pero a nivel personal, bien, porque nadie cercano ha sufrido nada y aquí estamos a gusto, en medio de la montaña, con el río al lado. Se pasa mejor que en otros sitios.

Está ahora en Galicia, en la provincia de Lugo, ¿no?

Sí, veníamos de fin de semana y entonces se decretó el estado de alarma y aquí nos pilló.

Cuénteme, porque de ahí parte un proyecto suyo, ¿no?

Tenemos una casita nosotros y una casa rural. Es un sitio que no conoce casi nadie. Por un lado está bien, aunque por otro es una pena que no se conozca esta zona de nuestra tierra. Es un proyecto que no da para ganar mucho dinero, pero sí es algo muy bonito y que nos gusta mucho tanto a mi familia como a la de mi socio. Es en la Ribeira Sacra, una casita muy chula, rodeada de viñedos, en lo alto de una montaña con unas vistas brutales.

Y en este tiempo de confinamiento, como el resto del año, imagino que le ha dado tiempo a valorar todo lo que ha pasado y está pasando…

Yo le daba muchas vueltas, sobre todo, al principio. ¿Por qué había pasado esto? ¿Qué había ocurrido? Y cada vez tengo más claro que no se ha investigado, que se ha ido hacia lo que uno quería ver, en este caso, la Policía. Después de lo último que se ha conocido, que en el móvil de Aranda no aparece mi nombre, que del Valladolid no se sabe nada y que en el informe policial no hay ninguna prueba de que el Valladolid-Valencia estuviera amañado, en palabras de la propia Policía... Entonces te da por pensar. ¿Por qué no se llega a esa conclusión antes de detener a alguien, sacarlo esposado de su casa? ¿Y por qué se hacen esas acusaciones hacia mí, hacia mis compañeros, hacia mi club, cuando no había ninguna prueba?

Pero, ¿qué cree que paso? ¿Por qué cree que se le metió en este lío?

Yo creo que lo que paso es que llevaban una investigación de un tiempo largo y no tenían nada concreto contra nadie y aparecí yo por el medio, tomando un café (con Raúl Bravo) y se montan una película en la que todo les cuadraba. Pero es que luego hay que investigarlo y aunque sea lo que te cuadre para tu investigación igual estás destrozando la vida a una persona y después resulta que la cuestión no es como tú pensabas. En la famosa barbacoa no somos siete, en la comida está mi mujer y mi hija, uno de los que falla en ese partido y cuesta un gol no estaba en esa barbacoa. Son tantas cosas que parecía que cuadraban y luego no lo hace… les pareció tan idílico que no se pararon a investigar más…

…Es que yendo más allá, en la última filtración de las conversaciones queda claro que “los siete jugadores comprados”, presuntamente, no son del Real Valladolid…

Exactamente, es lo que defendí yo desde un primer momento, que no estaba claro que en el informe policial o en el sumario se refirieran al Valladolid. Simplemente les cuadró que en una barbacoa también estábamos siete, pero es que en ningún momento estuvimos siete a la vez, estaban familiares nuestros. Tengo una conversación por teléfono con Carlos Suárez (expresidente del Real Valladolid) y sólo ponen que es Carlos y enlazan con que es Carlos Aranda. Son muchas cosas que han omitido para salvar su investigación o a ver si sonaba la flauta. La policía está para protegernos, no para hacer esto.

¿Diría que ha sido el peor año de su vida?

Más bien ha sido la peor situación cuando ocurrió. No sabes que está sucediendo, no sabes cómo va a reaccionar la gente, si te van a creer o no, pero tengo que decir que ha sido una reacción tan buena de la gente. He podido disfrutar de mi primer año de jubilación, aunque con medidas cautelares. No, no ha sido el peor año. La vida sigue y hay que disfrutarla.

Imagino que estará ya ansioso de que el juez decrete su inocencia y le exonere de las acusaciones…

Sí, es que es lo que yo necesito para empezar a trabajar, ojalá en el club, pero sino es así, muchas empresas, muchas entidades tienen un plan que les impide contratar a alguien que esté como yo porque el caso sigue ahí y no está archivado. Así no puedo trabajar, ni hacer nada.

26/05/20 ENTREVISTA Confinamiento en Ribeira Sacra Borja Fernandez futbolista del Valladolid en su Casa Rural Cabo do Mundo en Chantada LugoPedro AgreloDIARIO AS

También ha sonado su nombre como candidato a la presidencia de la AFE…

Eso es algo que tiene tiempo ya. Entre los que somos críticos, no con Aganzo, sino con Rubiales, hay gente que le gustaría que yo fuera una de las cabezas visibles o pudiera tomar el mando de la AFE. Nada más allá, gente del fútbol que me dicen que sería una buena idea. Yo estoy centrado en que se soluciones esto y luego en el Real Valladolid.

¿Qué ha sido lo peor de este año? ¿Tiene pesadillas?

Buf… Ha habido veces que ha entrado mi hija en la habitación porque le dolía la cabeza y yo me he despertado sobresaltado, asustado, pensando que volvía a entrar la policía en mi habitación o reviviendo esos momentos. Mi familia lo ha pasado muy mal, aunque la mayor parte de la gente ha confiado en mí y lo ha demostrado, siempre hay algún bocas por las redes sociales o si vas por algún sitio y mis amigos han escuchado…”ese es el de la Oikos, el de las apuestas”. Y he tenido que ser yo el que calmara a mis amigos o a mi familia. No es fácil, después de todo esto, salir a la calle a tomar unas cañas… si ya antes me conocían pues siempre hay gente que te mira con cara de pena o acusándote. He pasado muchas noches pensando ¿por qué a mí? Si yo no he hecho nada. Y después el trabajo. Yo dejé el fútbol con una ilusión tremenda en el nuevo proyecto que iba a empezar en el club y tengo que verlo siempre desde lejos. Me toca verlo desde la barrera cuando yo no he hecho nada para verlo desde la barrera.

Esa sensación de que aunque el juez le exonere de todos los cargos siempre se le asociará a ello… ¿le pesa?

Creo que va a pasar, pero no me preocupa porque esa será la gente que quiera morbo o que le gusten los chismes… Es gente que no me interesa. Sé defenderme. El otro día estaba viendo que también hacía un año que me retiraba y lo que ponía la gente, fotos conmigo, y se me caen las lágrimas de emoción de ver cómo se me valora.

¿Ha sacado cosas positivas?

Yo no soy muy positivo, me gusta más ser realista, sí me gusta ser optimista. Lo mejor que ha pasado es que desde el principio hubo mucha gente que dudo, no se lo creyó. He recibido tanto apoyo que te da para pensar que antes he hecho las cosas bien. Fue un premio y para sentirte orgulloso como la gente me ha apoyado.

¿Esta semana es difícil para usted con entrevistas desde el lunes, recordando todo lo que pasó?

No, yo lo que quiero es que esto se acabe cuanto antes y el resto… no lo voy a pensar mucho.

¿Qué plazos manejan sus abogados para que todo termine?

Mis abogados trabajan para reducir esos plazos al máximo. Ya, ahí, entra más un asunto técnico y tengo confianza total en ellos.

Cuando esto pase y si el juez le aparta de la causa por no haber pruebas, ¿qué es lo primero que va a hacer?

Lo primero será ordenar ciertas cosas que tengo en casa que la policía me desordenó cuando hicieron el registro, beberme la botella de vino que me regalaron los compañeros y mi familia, que imprimieron la etiqueta con el día de mi despedida, y luego llamar al Real Valladolid… para decir: `Ya soy libre'.

¿Hay cosas que no ha ordenado desde el registro?

Sí. Soy un tío muy ordenado tengo todos los cds, los discos, los vídeos, los libros, todos ordenados perfectamente y mi habitación la dejaron patas arriba y ahí están las estanterías completamente desordenadas. Es como decir, hasta que no salga libre de todo esto no voy a ordenarlo.

Después de un año de su retirada… ¿echa de menos el fútbol?

Mucho, entrenar todas las mañanas, la tensión de competir. La vida de equipo, las concentraciones, las tensión previa a los partidos. Mi rol en los equipos era ayudar y ordenar a mis compañeros… Todo eso se echa de menos. De hecho, no he vuelto a tocar un balón desde que me retire.

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