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BARCELONA

La cuenta atrás del Barcelona (4): así llega Rakitic al reinicio

El croata, crepuscular en el equipo. Sólo ha jugado cuatro partidos completos y ha sumado 962 minutos, casi dos mil menos que la temporada pasada. Su luz en el equipo se apaga.

Rakitic, en un entrenamiento.
HandoutFC Barcelona via Getty Images

Es duro hablar de un Rakitic crepuscular. Ha sido un futbolista formidable para el Barça. Es imposible no recordar sus mejores momentos, cíclicos, desde su gol en la final de Berlín (6-6-2015), cuando demostró que estaba preparado para sustituir a Xavi, a su deliciosa picadita sobre Courtois en el Bernabéu (3-2-2019), seguramente su último gran momento en el Barça. "Que los culés se tomen una cervecita esta noche", dijo con ese acento tan sevillano que le ha acompañado desde que llegó a España.

Rakitic ya no es imprescindible en el Barça. Su nivel físico ha bajado muchísimo. Por edad (32), desgaste (se lo ha dejado siempre todo y terminó de exprimirse en el Mundial de Rusia) y por motivación deportiva (Valverde le anunció que, con la llegada de De Jong, ya no era imprescindible) y económica (Bartomeu nunca cumplió su promesa de mejora de contrato). Rakitic se ha sentido menos importante, y aunque hay muy pocos jugadores más profesionales que él (Emery siempre dice que no ha conocido nada igual), él también se sabe mucho menos relevante. El tiempo le ha alcanzado en el Barça. Seguro que un jugador tan minucioso como él le ha echado un vistazo a la estadística, que es demoledora. Rakitic no ha llegado a los 1.000 minutos oficiales en Liga (962) esta temporada y sólo ha jugado cuatro partidos completos. Rakitic ha jugado una media de 2.486 minutos en LaLiga desde que llegó al Barça. Sin ir más lejos, en las dos primeras temporadas de Valverde rebasó los 2.500 minutos: 2.838 minutos en el curso 2017-18 y 2.643 en la 2018-19.

La temporada ha sido absolutamente irregular para Rakitic. Suplentísimo para Valverde en el inicio de curso, el Txingurri rectificó sobre la marcha y le convirtió de imprevisto en imprescindible en una semana básica con partidos ante el Dortmund (3-1) y el Atlético (0-1). En pleno ostracismo, además. En un gesto de profesionalidad, Rakitic decidió volver de la concentración de la selección croata para cuidar unos problemas de tendón de Aquiles cuando apenas tenía minutos en el Barça. Ese detalle y esos dos partidos ante el Dortmund y el Atlético parecieron redirigir su destino este curso. Pero no fue así. Rakitic volvió a convertirse en un jugador marginal para Valverde y lo ha sido para Setién. Ha jugado muy poco y, por más que termine contrato en 2021, tenga una ficha alta y esté en plena guerra fría para el club (él quiere salir gratis y con finiquito; el Barça quiere un traspaso), es muy difícil pensar que seguirá en el Barça el próximo curso. En todo caso, y si son sus últimos doce partidos de Liga, Ivan Rakitic merece un aplauso gigante por sus años en el Barça.