Kroos se ata al Madrid
Hace justo un año renovó su contrato hasta 2023 y pese a algún roce con Zidane, está cómodo y se ve a largo plazo en el Madrid, según pudo saber AS. No contempla irse a China o EEUU.
A Toni Kroos hay que visualizarlo mucho más tiempo con la camiseta del Real Madrid. Hace justo un año y tras una temporada personal y colectiva para olvidar, el germano apareció en la Sala de Prensa del Bernabéu para anunciar que renovaba hasta 2023 con el Madrid. "Si con 29 años renuevo tanto tiempo la idea es que sea prácticamente la última", avanzó el 8 madridista. Un plan que no ha cambiado doce meses después pese a que este año haya habido alguna situación de aparente desencuentro con Zidane, que la afición parezca algo desencantada y crezca la competencia (Valverde) amén de aparecer nuevos mediocentros en el horizonte (Camavinga). Kroos no se mueve. El Madrid le ató con ese nuevo contrato el año pasado y Kroos también se ha atado al Madrid. El compromiso es mutuo.
Toni "está cómodo en Madrid" y según pudo saber AS, no contempla irse a jugar a China o Estados Unidos, mercados menos competitivos pero lucrativos. Una línea de pensamiento que también ha compartido públicamente el propio hermano del mediocentro madridista, Felix Kroos, jugador del Unión Berlín. Puede que por ahí pueda ir su futuro más allá de 2023 si no prolonga su estadía en la capital de España. Alemania, el retorno a casa. O dejarlo. Lo que Toni no es ve es extender su carrera en una Liga exótica pero ostentosa. Su preocupación actual es mantener un físico hasta los 33 años acorde a la exigencia del Real Madrid (cerca de cincuenta partidos anuales). Modric marca el camino y el club blanco ve posible replicar el modelo con Kroos.
Limando asperezas
El presente es que Kroos tiene once partidos más la vuelta en el Etihad y lo que pudiera llegar después para acercarse más a la afición blanca que llegó a mirar con algo de recelo al elegante mediocentro teutón, quizá en parte, por su cercanía con Guardiola en la ida de los octavos de final de la Champions contra el City. Kroos se quedó en el banquillo por decisión de Zidane (ni siquiera calentó) y el técnico catalán le involucró en algo que pareció casi una performance. Tras el partido, el centrocampista se encontró con Pep y fue el entrenador citizen el que sacó al alemán de la intimidad de la conversación iniciada tras un biombo publicitario y lo trasladó al frente, a una zona mixta repleta de periodistas y cámaras.
Fue una anécdota, pero Kroos ha vivido varias temporadas en una. Empezó, raro en él, como un tornado goleador, y formando parte del trío del centro del campo sacrosanto para Zidane, junto a Casemiro y Valverde. Pero la sustitución en el descanso del derbi ante el Atlético, lo del City y la sustitución en el último partido preCovid-19, el del Betis, dejó un poso raro. "Da la sensación de que algo pasa ahí", advirtió Álvaro Benito en Carrusel.
Este mismo verano Kroos se vio envuelto a una polémica por el recorte salarial por culpa del coronavirus tras una declaraciones suyas en un podcast. Se sintió molesto, pensó que los medios y parte de los aficionados no habían entendido lo que quería decir. El club y el germano aclararon términos y Kroos sigue siendo pieza fundamental del futuro a medio plazo de la entidad. "Es imprescindible", aseguró Zizou pese a lo sucedido el día del City. Cuando se planea un Madrid sin arrugas, cada vez más joven, el centrocampista de Greifswald aporta el poso de veteranía que también suman Ramos, Marcelo, Modric y Benzema. Está en la edad dorada para un metrónomo del centro del campo, los 30 años, y lo hace al más alto nivel y estando siempre en el top-8 de jugadores con más minutos. Sin jugar al engaño, ni hacer el trile. "No esperéis verme jugando hasta los 38 años", se sinceró hace poco en su país. Kroos está centrado en el ahora y en lo que viene un poco después, en servir al Madrid (al menos) hasta 2023.