Aganzo se rehace, Morientes duda y la oposición pide moción
El presidente de AFE pretende agotar su mandato (junio de 2021), las elecciones anticipadas no llegarían antes de dos meses y su posible sustituto necesita tiempo.
Después de un año convulso y, sobre todo, tras una semana muy caldeada en la Asociación de Futbolistas Españoles, la pregunta que todo el mundo del fútbol se hace en estos momentos es: ¿Y ahora, qué? Dentro de AFE, lo tienen claro, continuar con el trabajo que el sindicato está realizando a todos los niveles en un momento crucial (ERTE, rebajas salariales, protocolos, concentraciones…) una vez que David Aganzo, su presidente, ha logrado recomponer su Junta con los nombramientos de Marrero (Fuenlabrada) y Javi López (Villarrobledo) y ha enderezado su dañada figura a raíz de la confesión de un extrabajador como Antonio Saiz acusándole de cohecho. En la oposición hay más debate. Por un lado, están los rebeldes de la Junta (Jesule, Xavi Oliva, Queco Piña y Armando Lozano), que continúan adelante con su plan de recogida de firmas para promover en un segundo intento otra moción de censura. Y por otro, Morientes y los que intentan convencerle de que una gran parte del fútbol español estaba reclamando que diera el paso al frente como hombre de consenso.
Los tiempos a corto plazo en esta guerra civil en el sindicato los marcarán los críticos con Aganzo. En los estatutos de AFE no existe ningún artículo que especifique la posibilidad de una moción de censura. Sí recoge la opción de que si el 10% de los afiliados (ya hay casi 11.000) solicitan la convocatoria de una Asamblea Extraordinaria, pueden incluir como un punto más en el orden del día la votación para la dimisión del actual presidente con el objetivo de que se convoquen unas elecciones. A ellas podrían concurrir cuantos candidatos lo deseen siempre que cumplan con el reglamento. Esta es la vía que la Junta Paralela que ya está organizada desde agosto, con Xavi Oliva como líder, intentó el verano pasado y que no pudo concretarse. Presentaron 1.107 firmas pero 493 de ellas fueron invalidadas por defectos de forma o debido a que al final se revocaron porque algunos dieron marcha atrás. Ahora, la intención del bando sublevado es volver a la carga. De hecho, ya está recogiendo firmas. La recolección podría terminar de concretarse y oficializarse en el momento en el que las fases de la desescalada permitan a los interesados visitar los diferentes vestuarios con la intención de aglutinar todos los apoyos posibles para que no vuelva a ocurrir lo de hace diez meses.
Si esto ocurriera, la Junta de AFE tendría 30 días por delante para estudiar y analizar cada firma, con un notario de por medio. Después tendría hasta otro mes más de plazo, según los estatutos, para convocar esa Asamblea Extraordinaria. Por lo tanto, si los acontecimientos se precipitaran ya, esa cumbre se podría celebrar a finales de julio. Nunca antes. Ahí, cualquier punto del orden del día se aprobaría o se denegaría por mayoría simple, como siempre. Si la petición de comicios saliera adelante, el proceso electoral podría desarrollarse en agosto, aunque con los plazos de reclamaciones y demás, todo hace indicar que hasta septiembre no podría hacerse nada. En caso de no prosperar esta especie de moción de censura, Aganzo podría continuar como presidente de AFE hasta junio de 2021. Entonces, sí, dimitiría protocolariamente para convocar elecciones. Y sería entonces cuando el actual dirigente decidiera si presentarse a la reelección, mientras que la oposición debería aclarar si se presenta unificada con Morientes a la cabeza o si, en caso de que este no espere hasta entonces, es Xavi Oliva o incluso Queco Piña el candidato.
Cada protagonista de esta historia está haciendo sus averiguaciones y análisis durante este fin de semana sobre qué ha pasado en los últimos días. Más que nada porque la aparición en escena de Morientes ha descolocado a todos. Una mayoría pensaba que, por el hecho de ser actualmente Embajador de LaLiga, se trataba de un movimiento de Tebas en la sombra en sus planes por arropar a Casillas rumbo a la Federación. Sin embargo, las llamadas el jueves de Morientes a miembros de la oposición a Aganzo, que guardaban estrecha relación en el pasado con Rubiales, hacían pensar que la jugada gozaba del respaldo de la Federación. El propio exdelantero del Madrid ya ha dejado claro que él es independiente y ayer confirmó a AS que está pensando todo "con tranquilidad y perspectiva". Su idea es que todo esto se resolviese "con un proceso corto para no agravar la desunión" del futbolista. Y eso, es difícil.