Morientes llama a la oposición y pactan acorralar a Aganzo
AFE afronta hoy su Junta con su presidente en el foco (mandato hasta 2021) y con el bando que promueve la moción muy activo para que dimita cuanto antes.
Las bajas de los internacionales del United, comunicadas "tarde y a escondidas” según la oposición de Aganzo, como consideran que también se hizo antes con las de Busquets y Nacho, el hecho de no haber hecho una Junta antes como algunos demandaron y el cruce de querellas estos días (Jesule y compañía contra Aganzo, por administración desleal y cohecho; y de Aganzo a Antonio Saiz por calumnias) harán que esta reunión vaya a ser muy caliente y en la que podría pedirse la dimisión inmediata de Aganzo y de Diego Rivas. De un lado estarán ellos dos, Azkoitia, Fe Robles, Nestor Susaeta, José Luis Morales y Lucas Pérez. Y, de otro, Jesule, Xavi Oliva, Queco Piña y Armando Lozano. La idea del presidente, que por ahora no se ha planteado dimitir ni adelantar las elecciones (su mandato es hasta junio de 2021), es aprobar el nombramiento de dos nuevos miembros afines, por lo que ese nuevo equilibrio volvería a romperse a su favor. Según varias fuentes, Morales y Lucas Pérez han sido tocados por la disidencia, desde el sector más crítico con Aganzo e incluso a traves de pesos pesados de otras instituciones, para cambiar de acera. Parece que sin éxito. El nombre de Morientes (embajador de LaLiga) también estará muy presente en la cita entre directivos. El exdelantero internacional del Madrid se ha puesto este jueves en contacto con la oposición con diversas llamadas telefónicas para conocer sus planes, aunar objetivos, estudiar las opciones de que su perfil más mediático pueda complementar al suyo más modesto, desmarcarse de la idea de que es un enviado de Tebas e incluso tender puentes con Futbolistas ON para recuperar la imagen de unión. Marca va más allá y desvela que un importante porcentaje de los jugadores de todas las categorías ya han firmado un documento para exigir el cambio urgente en la dirección de AFE.
Una historia que viene de lejos
El terremoto sindical para llegar a esta situación no es nuevo. Desde la misma llegada de Aganzo a AFE en noviembre de 2017. Rubiales, anterior presidente, decidió apostar por pelear el sillón de la RFEF que ahora ostenta y propuso a Aganzo como sustituto, que fue apoyado por el 98,58% de una Asamblea en la que tienen voto ya casi 11.000 jugadores. Sin embargo, un grupo de afiliados entendió que debía de haber elecciones. Sus democráticas peticiones no fueron atendidas, por lo que de esa escisión nació en 2018 Futbolistas ON, liderada por dos ex de AFE como Juanjo Martínez y Tamara Ramos. Una competencia que siempre ha estado bajo la lupa por estar, supuestamente, apoyada por LaLiga (consensuaron un acuerdo por el que percibirían 400.000 euros en dos años, pero Tebas no responde sus llamadas desde verano). “Subvencionar a quien quiere fastidiar a los futbolistas es una cacicada”, denunció Aganzo. Esta lucha desató muchas hostilidades y duelos en la Audiencia Nacional a raíz de las elecciones sindicales, que siguen impugnadas y se deberán repetir en cinco o seis vestuarios profesionales, al estar en juego la representatividad y el reparto proporcional de 10 millones de euros entre el Fondo Social y el 0,5% de la televisión.
Pero también aparecieron las agitaciones dentro de AFE: algunos hombres de confianza de Rubiales, como Jesús Peramos (ahora en la lucha por desbancar con otra moción a Paco Díez de la Federación Madrileña), fueron destituidos de la organización al poco tiempo de llegar Aganzo, según varios protagonistas en el caso por un error mayúsculo con la organización de los calendarios. Mientras, otros líderes de la anterior cúpula, que hasta entonces eran intocables, comenzaron a ser apartados, darse de baja y algunos a ser cuestionados por cerrar contratos de manera poco ortodoxa hasta acabar siendo también despedidos “por desconfianza” como trabajadores. Sin embargo, mantienen su sillón dentro de una Junta totalmente fraccionada.
Aquellas decisiones comenzaron a alimentar los planes del sector crítico con la gestión de Aganzo. De ahí surgió, en agosto del año pasado, la solicitud de una moción de censura liderada por Xavi Oliva, Queco Piña y Jesule y las denuncias en los medios de que había más de 600.000 euros sin justificar. Sus mensajes de Whatsapp a los afiliados eran contundentes: "AFE es de los futbolistas, no de una única persona. Los últimos graves acontecimientos, sumados a muchos anteriores han desencadenado este paso al frente de un gran número de personas valientes de dentro y fuera de AFE, para decir basta. AFE está por encima del interés personal. Os pedimos que nos ayudes a convocar elecciones...".
De los juzgados a la moción de censura
El sector sublevado aprovechó entonces que poco antes este diario también había desvelado una impactante noticia (“Querella criminal de Futbolistas ON a su extesorera, Ana Vila, por sustraer datos clave y filtrárselos a AFE”) que ha tenido su continuidad estos días con la publicación en Marca de una carta en la que Antonio Saiz, (responsable del fútbol no profesional en AFE), que declaró el 18 de octubre por esta investigación como testigo junto a Diego Rivas, reconocía los hechos, se disculpaba por mentir y daba detalles de cómo, supuestamente, AFE sobornó a un administrador público para obtener información fiscal confidencial de Futbolistas ON. El caso sigue en los juzgados de Alcobendas y muy pronto podría haber novedades en la investigación. Sin embargo, esa moción no prosperó.
El bando rebelde presentó 1.107 firmas, ajustándose al 10% mínimo exigido, pero AFE no validó 493 de ellas por irregularidades. Aun así, la oposición continuó, y continúa, haciendo su trabajo en la sombra y tiene la intención de promover una nueva moción de censura en breve, aunque el objetivo principal es no tener que llegar a eso. De hecho ya estaban recogiendo firmas de nuevo. Según varios de sus cabecillas, para denunciar que Aganzo toma las decisiones a través de un “comité ejecutivo paralelo” y con el objetivo de que dimita y se puedan convocar elecciones anticipadas.
“No claudicaré ante los intereses partidistas de nadie. Nunca me iré con mentiras”, dijo en su día el presidente de AFE en AS, que ha ganado una demanda a Jesule recientemente en la que éste denunciaba una vulneración de derechos. “Nosotros le pusimos a dedo y no está capacitado”, le respondió el vicepresidente. Muchos protagonistas de este lío consideran que esto va mucho más allá de AFE y que tiene que ver con las guerras de poder en las que entran en juego las demás instituciones del fútbol español, con las intenciones de dividir a los futbolistas de cara a las elecciones de la RFEF, donde sitúan a Aganzo cerca de Casillas, con el apoyo en forma de votos que eso supondría. Lo que pase en esta próxima Junta de AFE será un primer paso de muchos otros en cadena.