Zidane retoma el 'sudoku'
Con la vuelta al trabajo el técnico vuelve a intentar encajar el puzzle que dejó sin completar: Mendy o Marcelo, Isco o no Isco, si cuenta con Asensio...
Ya resuenan en el horizonte los tambores de la competición y con ellos vuelve el sudoku para Zidane. Más allá del quebradero de cabeza que supone organizar la desescalada, estructurar un plan de entrenamientos asimétrico y progresivo, aún debe el técnico francés ajustar muchas cosas en el centro del campo y en el ataque de su equipo para la vuelta a los terrenos de juego. Son varias las decisiones que tenía pendientes. Algunas cosas que había probado a lo largo de la temporada y otras que debía probar para lo que resta de campaña. Estos son, a grandes rasgos, los focos calientes que maneja Zidane.
Valverde-Casemiro:
Es el cinturón de seguridad de Zidane. Debe decidir si seguir echando mano de él. Eso significa prescindir de un jugador de entre Modric (que sigue teniendo galones a sus 34 años) y Kroos. La parte positiva, que cualquiera de los dos, Kroos o Modric, juega con más libertad y brilla más con tanto respaldo. Zidane no estaba teniendo complejos a la hora de poner ese doble pivote. Tomó esa decisión después del 3-0 de París, el 18 de septiembre. Desde entonces, uruguayo y brasileño han formado juntos en todos los encuentros importantes que se han jugado esta campaña: en el primer derbi de Liga (0-0), en el decisivo partido de Estambul con el equipo contra las cuerdas en Europa (0-1), en el 2-2 ante el PSG del Bernabéu, en el 1-1 y 0-0 ante Valencia y Barça en Liga, en los dos encuentros de la Supercopa y en el último derbi de Liga ganado.
Salvando las distancias, ese centro del campo de pierna tan fuerte (con Casemiro y Valverde) recuerda al que dispuso Capello con Emerson y Diarra o, después, Mourinho con Xabi Alonso y Khedira. Valverde ha sido el gran hallazgo de Zidane esta temporada. Es el Pogba que quería y ha apostado por él de manera contundente hasta que le ha dado resultado. El uruguayo ha terminado dándole la razón al francés. Ha sido titular en 18 partidos y el equipo no ha perdido ninguno. Todo victorias menos seis empates. Con él en el campo el balance de goles es de 42 a favor y 6 en contra. Y, sin el, de 22 a favor y 17 en contra. Es indiscutible.
Isco:
Es otra apuesta recurrente de Zidane. El malagueño siempre parece que está en dificultades pero, igualmente, juega un alto porcentaje de los partidos importantes de la temporada. Eso incluye los dos últimos partidos vitales que jugó el Madrid antes del parón: ante el City y el Barcelona. Isco fue, de hecho, titular con Zidane en las dos últimas Champions ganadas por el Madrid…
El problema para Zidane es que, como no prescindirá del trivote en la media en ningún caso, meter a Isco en el equipo significa perder profundidad por una de las bandas. Con Isco, Vinicius huele a banquillo.
Asensio y Hazard:
En el equipo titular que había imaginado Zidane a principio de temporada había un tridente: Asensio, Benzema y Hazard. La lesión de Asensio durantela pretempoprada en EE UU truncó sus planes. Luego, la lesión del belga terminó de torcerlos. Ahora Zidane tiene que tomar la decisión de si apuesta por ellos dos en lo que queda de campaña. Ambos van a reintegrarse a la disciplina del grupo en estos tres o cuatro semanas de trabajo hasta que empiece la competición a mediados o finales de junio. Están disponibles. Con Asensio y Hazard volvería el gol.
“Hazard y Asensio aportarán los goles que se perdieron con la marcha de Cristiano”, se solía decir desde dentro del club para justificar la salida de Cristiano. Atendiendo a las cifras, mallorquín y belga sumaron 28 goles en la 2017-18 (11 y 17 respectivamente) y 27 tantos en la 2018-19 (seis Asensio, 21 Hazard). Un alivio para Zidane.
Marcelo o Mendy:
Mendy habían sido la otra gran apuesta de Zidane esta temporada. Ahora le toca decidir si continua apostando por él. Marcelo le estaba ayudando mucho con la actitud que está teniendo al no quejarse en público por su suplencia. En realidad, Valverde y Mendy tienen mucho que ver en que el equipo, esta temporada, estuviera fijando récords defensivos (el problema es que faltaba gol, menos de dos por partido de media). Lo prueba el hecho de que el equipo blanco había dejado la puerta a cero en el 51% de los partidos que se habían jugado antes del parón y que dejaron un récord históricos (13 goles concedidos en 22 jornadas).
