Happel se transforma en leyenda en el Hamburgo

Qué difícil tiene que ser entrenar a un equipo. Si las cosas van bien, las figuras de los diferentes equipos ocupan las portadas y los técnicos pasan a un segundo plano, pero si van mal, son los principales responsables, los que cargan con la culpa. Muy pocos en la historia han conseguido brillar por encima de los jugadores. Ni siquiera los más laureados: Michels estaba a la sombra de Cruyff, Guardiola a la de Messi, Xavi e Iniesta, y Sacchi a la de los holandeses del Milán, por citar algunos ejemplos. Pero no siempre, algunos equipos legendarios siempre quedarán en la memoria gracias al apellido de sus técnicos como son el Oporto de Mourinho, el Superdépor de Arsenio, el Valencia de Benítez o el Hamburgo de Ernst Happel, protagonista de este noveno capítulo de Campeones por Sorpresa.

A finales de los años 70 y primeros 80, el fútbol inglés era el gran dominador de Europa. Liverpool, Nottingham y Aston Villa se repartieron de manera consecutiva seis Copas de Europa entre 1977 y 1982. Paralelamente al éxito británico en la máxima competición europea, en Alemania, el Hamburgo, un equipo que hasta el momento había dejado muy poca huella en sus competiciones nacionales, empieza a crecer a una velocidad pasmosa. En ese mismo periodo de dominio inglés, los alemanes conquistan tres Bundesligas, una Copa, una Recopa y llegan a una final de Copa de Europa, que pierden ante el Nottingham, y a otra de la UEFA, en la que caen ante el Goteborg.

Y es que por norma general, los éxitos llaman a más éxitos: Kevin Keegan, estrella del Liverpool, fichó por el Hamburgo tras el triunfo de este en la Recopa en 1977 y allí consiguió algo realmente inesperado: ganó dos veces seguidas el Balón de Oro. Apodado el Super Ratón, dejó el equipo tras caer ante el Nottingham en la final de la Copa de Europa en 1980. La pérdida de su gran estrella no causó apenas mella en el Hamburgo, que lejos de abandonar el sueño europeo, decidió contratar a Ernst Happel, el técnico austriaco que una década antes había ganado la Copa de Europa con el Feyenoord, y a Franz Beckenbauer, en la recta final de su carrera.

Con ellos, el Hamburgo mantiene su dominio en Alemania, donde llega a estar más de un año sin perder entre el 16 de enero del 82 y el 29 de enero del 83 y forma un grupo de jugadores emblemáticos al que se suman históricos del fútbol alemán como como Kaltz y Felix Magath. Fue en este último año, ya sin Beckenbauer, cuando Ernst Happel pasó a la historia del deporte rey como el primer técnico en ganar la Copa de Europa con dos clubes distintos. Más tarde también lo lograron Omar Hitzfeld (Dortmund y Bayern), José Mourinho (Oporto e Inter) y Carlo Ancelotti (Milan y Real Madrid).

Y lo consiguió a la grande, ante la Juve de entonces mejor jugador de Europa, Michel Platini. La vecchia signora nunca había levantado la Copa de Europa, un título que se le resistió hasta 1985, pero la gran cantidad de estrellas que tenía en sus filas (Paolo Rossi, Bonini, Boniek, Tardelli, Scirea y Dino Zoff, entre otros, más Trapattoni en el banquillo) hacía que el conjunto italiano fuera el gran favorito para llevarse su primera Orejona a Turín. La Juventus venía de eliminar al Aston Villa, vigente campeón mientras que el Hamburgo dejó en el camino al entonces temido Dinamo Kiev de Blokhin y a la Real Sociedad.

La final, disputada en Atenas, fue aburrida. Magath marcó rápido para el Hamburgo y el resultado no se movió más. Los 40.000 tifosi que viajaron desde Turín no lo podían creer. Stein, portero alemán, tuvo dos intervenciones prodigiosas, una a Platini y otra a Cabrini, que salvaguardaron el 1-0 y que metían a Happel y al Hamburgo en el Olimpo del fútbol.

Happel dejó el club en el 87, y desde entonces el Hamburgo ha combinado buenos tiempos con los peores de su historia. Si en la temporada 2005/06 las alegrías regresaron al Volksparkstadion con la clasificación para la Champions, en 2018 los alemanes realizaron la peor temporada de su historia, que les valió el descenso a la Bundesliga 2, en la que aún permanecen.