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LEGANÉS

El retraso y recorte de la nómina de marzo aleja a Leganés y plantilla

Los jugadores no entienden que aún no la hayan cobrado y que el club insista en aplicar recortes ya en esa nómina cuando hay margen económico de sobra para abonarla.

El retraso y recorte de la nómina de marzo aleja a Leganés y plantilla
JAVIER BARBANCHOREUTERS

La negociación entre el Leganés y su plantilla para el recorte salarial provocado por la crisis del Covid-19 tiene en la nomina del pasado mes de marzo uno de sus puntos más calientes. Los pepineros aún no la han cobrado (tampoco los miembros del cuerpo técnico) y consideran que deberían haberla percibido con normalidad, esto es, que los recortes se empiecen aplicar sobre la nómina de abril. En el club, sin embargo, se niegan e insisten: los ajustes deben realizarse ya sobre marzo, el mes en el que paró la competición.

Ése es el primer motivo que sostienen desde Butarque para no abonar aún la última nómina. El último partido se disputó el 8 de marzo y el estado de alerta se decretó el jueves 14 de marzo. Es ahí, en marzo, cuando empezó el parón efectivo del torneo.

Además, añaden fuentes del club consultadas por AS, hay jugadores que ya han percibido el 80% de sus emolumentos y, de cobrar marzo en condiciones normales, verían sobrepasado ese porcentaje, es decir, cobrarían más allá del recorte inicial que proponen desde las oficinas, que es del 20% en caso de que no se juegue lo que falta de competición. Los futbolistas reclaman que ese tijeretazo sea, máximo, del 10% en caso de que no se dispute lo que resta de temporada.

Casi toda Primera ha cobrado marzo

Los futbolistas, representados por sus cuatro capitanes, se muestran abiertos a aceptar recortes. Entienden que en la situación actual negarse sería ilógico y, sobre todo, insolidario, algo que, defienden desde el cambiador, no sucederá. Postura que, además, demuestran con sus exigencias. Una de las fundamentales es que, si se aplican recortes a la primera plantilla, no se toquen los salarios del resto de trabajadores.

Sin embargo, entre los futbolistas hacen cuentas y saben que la situación económica del Leganés es privilegiada gracias a la gestión de años precedentes y a los ingresos extras generados por las ventas de En Nesyri y Braithwaite. De ahí que no comprendan la insistencia del club en aplicar el recorte ya al mes de marzo cuando hay margen de sobra para pagar esa nómina sin que suponga un problema.

Además, los jugadores alegan que sus compañeros en otros equipos de Primera División han cobrado marzo en su totalidad o con ajustes mínimos. Así se lo han manifestado los capitanes del resto de plantillas en las distintas reuniones telemáticas que se han organizado desde AFE para afrontar una postura común en los recortes actuales.

Este asunto, el de la nómina de marzo, es uno de los elementos que más distancia a futbolistas y club por las posturas enconadas de uno y otro. De solucionarse, se daría un gran impulso a la negociación. El diálogo continúa entre todas las partes con el plazo límite del 15 de abril como fecha a partir de la cual el Leganés valorará si aplica un ERTE sin el consenso con los jugadores. La plantilla no quiere que el expediente temporal sea la solución definitiva.