Reinier, cuarentena terapéutica
El parón del coronavirus favorece al brasileño, que llegó al Madrid tras un año sin casi vacaciones. Aprovecha para no perder la forma y estudiar español.
La pausa en el fútbol por el coronavirus está siendo, en cierto modo, un balón de oxígeno para Reinier (18 años). El último fichaje del Real Madrid está aprovechando la cuarentena para aplicarse con el español y recargar las pilas como no le había permitido el exigente calendario.
La transición del fútbol sudamericano al europeo privó a Reinier de vacaciones. En su país el diseño de la temporada es diferente al de España, extendiéndose a lo largo del año natural, con la pretemporada iniciándose en enero. La ascensión del mediapunta, que fue entrando en el primer equipo de Flamengo, y los buenos resultados de los de Jorge Jesus alargaron el trabajo hasta finales de 2019, con el Mundial de Clubes.
Fue durante el torneo, en el hotel de concentración del Mengao, donde el agente y la familia del jugador se reunieron para que todos supiesen que el Real Madrid se lanzaba en serio a por el crack. Del último partido en el Brasileirao, el 8 de diciembre ante Santos, a las semifinales en Qatar, el 17, no hubo margen para respirar. Lo mismo que desde la final mundialista, el 21, con derrota 1-0 en la prórroga contra el Liverpool, a la concentración para el Preolímpico.
Objetivo: entrenar con el primer equipo
Después de una temporada recién completada y con vuelos transoceánicos de por medio, Reinier llegaba el 3 de enero a Teresópolis para preparar la competición en la que la Sub-23 brasileña obtendría su billete para Tokio 2020. André Jardine y su cuerpo técnico prestaron mucha atención al jugador, el más joven de la convocatoria, para protegerle de la fatiga física y mental, con el factor añadido de su firma por el Madrid de por medio.
Antes de viajar a Colombia y de que se anunciase oficialmente su nuevo destino, el día después de alcanzar la mayoría de edad y debutar con la Olímpica, dio un susto muscular en el primer ensayo. La acumulación de minutos de juego y de horas de avión pesaban, pero se supo reponer. Nada más terminar el exitoso Preolímpico, le tocó desplazarse a Río y de ahí, a Madrid, a iniciar su nueva vida. Otra vez sin descanso.
Ahora, mientras cumple el plan de los fisios madridistas, Reinier puede tomar un poco de aire. También reunir mejores condiciones para estudiar español, una tarea que inició en enero en la Granja Comary, por WhatsApp, con la misma profesora que aleccionaba a su familia. El '19' quiere invertir este tiempo en revitalizar los músculos, asimilar todo lo que ha ocurrido últimamente y avanzar con el idioma. De fondo, un objetivo: su primer entrenamiento con la plantilla de Zidane. Más lejos, con la pandemia en primer plano, queda la decisión sobre su futuro: la gira, el Castilla con subidas con los mayores, una cesión...