Brasil y Reinier, a Tokio
Los brasileños arrasaron en el Clásico y estarán en los Juegos de 2020. El madridista, que fue titular, será olímpico si así lo quieren Jardine y el Madrid.
Se escuchó y se leyó en la previa eso de "Argentina no se juega nada", pero un Clásico siempre trasciende la categoría o el lugar del partido. El que cerró el Cuadrangular, con Reinier de titular, tuvo de todo, lo celebró una Brasil que se jugaba la vida y contentó también a una Argentina campeona y que llegaba con los deberes hechos. Las dos selecciones lucharán por las medallas en Tokio 2020.
Por si hubiera dudas de si se dejaría ir Argentina, clasificada y con tres ausencias por sanción, los pibes acabaron la primera mitad con tres amarillas. Se emplearon con dureza pero por las bravas no les alcanzó porque tras esa primera mitad Brasil, dos goles arriba, ya podía ponerse a mirar vuelos y alojamientos para Japón.
Paulinho señaló el camino del triunfo en el 13' después de un pase de mucha clase de Pedrinho: 0-1. El del Leverkusen, el brasileño más decisivo del torneo con tres goles y cuatro asistencias, vuelve a Alemania revitalizado. Otro que hará el mismo trayecto con la moral reforzada es Matheus Cunha. El nuevo delantero del Hertha, cinco dianas, logró el 0-2 en el 30' aprovechando un grosero error del atlético Nehuén Pérez y el 0-3 en el 55'.
Ambos mezclaron bien con un inteligente aunque intermitente Reinier, en la alineación de Jardine por segunda vez en la competición. Su mejor acción, en el 36', fue una cabalgada de las que le han valido la comparación con Kaká: potente en la zancada desde el centro del campo, Cambeses, sin embargo, como buen argentino, le aguantó de pie hasta sacarle el mano a mano.
Reinier aterrizó en Colombia casi como un niño, el menor en edad de la convocatoria de la Sub-23 brasileña, y se marcha como jugador del Real Madrid y más cuajado. El plan de su seleccionador para él, que empezara como suplente y fuera cogiendo peso, se cumplió: ha disfrutado, con una asistencia como rendimiento más tangible, de 183 minutos y sólo se quedó en blanco contra Paraguay. Si Jardine, su gran valedor, así lo decide y desde el Bernabéu dan el OK, en verano será olímpico.