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DEPORTIVO

El Deportivo no supera la maldición del lateral izquierdo

En los últimos 10 años ha utilizado 13 especialistas y varios parches, en ocasiones ni zurdos o ni defensas. Sólo Luisinho logró cierta continuidad.

Las lesiones han cortado la continuidad de Salva Ruiz.
Jesús Sancho

La última década del Deportivo se ha caracterizado por la inestabilidad. Por las idas y venidas a nivel institucional, a nivel de categoría, con varios ascensos y descensos, y a nivel de plantillas. Cada verano llegan y se marchan numerosos jugadores en una eterna reconstrucción y ninguna posición refleja esa ineficaz búsqueda de la calma más que el lateral izquierdo, cuya maldición continúa alargándose en el tiempo.

Este curso se volvió a empezar de cero en el carril zurdo blanquiazul con la llegada de Salva Ruiz y Luis Ruiz. El primero se estaba asentando como titular, pero una serie de lesiones le han impedido apenas jugar desde enero. El segundo no cuenta para Fernando Vázquez y ha acabado asumiendo el puesto Mollejo, un atacante. Dos laterales que, por problemas físicos o rendimiento, no logran asentarse y una solución de urgencia, el resumen perfecto de lo ha sido el puesto en los últimos diez años.

Porque, por increíble que parezca, el Depor todavía echa de menos a Filipe Luis. Fue la salida del brasileño la que desencadenó todo este desfile que deja unos números escalofriantes: 13 laterales izquierdos y numerosos parches que en ocasiones no eran zurdos, o ni siquiera defensas.

Morel, Rindaroy, Ayoze, Tiago Pinto, Evaldo, Canella, Saúl, Luisinho, Fernando Navarro, Caballo, Dubarbier, Salva Ruiz y Luis Ruiz. Ellos completan una nómina que cuenta con protagonistas con apenas un partido, caso de Pinto o Dubarbier, y en la que sólo dos tuvieron alguna temporada con más de 20 encuentros: Luisinho y Navarro. El portugués fue el único con cierta continuidad en el tiempo, asentándose varios cursos en la posición. A ellos hay que unirle a los Manuel Pablo, Seoane o el propio Mollejo, que también hicieron horas extra en una demarcación que no era la suya.

El lateral izquierdo, cosa de tres en la década anterior

Esta volatilidad llama todavía más la atención si vemos de donde venía el Depor. El lateral izquierdo había sido una de las posiciones más estables en la década anterior, con tres figuras indiscutibles que además tenían un peso importantísimo en el equipo. Romero, Capdevila y el propio Fillipe Luis. Entre ellos se bastaron para repartirse la responsabilidad durante 10 años, con el titular de cada campaña sin bajar nunca de los 30 partidos. De hecho, el brasileño tiene cuenta con una de las rachas de continuidad más largas del club blanquiazul: 83 encuentros seguidos disputados.