Osasuna roza la salvación y el Espanyol sigue en el abismo

Después de dos derrotas consecutivas y habiendo ganado sólo uno de los seis últimos partidos, los rojillos tenían una cita muy importante ante el Espanyol. Osasuna quería ganar para mantener el colchón de puntos con respecto a los puestos de descenso. Enfrente, un Espanyol que llegaba con urgencias por ganar, en su condición de colista de la Primera División. Los de Arrasate querían recuperar su esencia y la solidez defensiva, un tanto desdibujada en los últimos encuentros.

Kike Barja era una de las novedades del once y el navarro protagonizó una bonita jugada por banda que acabó en córner. Los rojillos empezaron muy fuertes y apenas dejaban salir al Espanyol de su campo. Diez minutos bastaron a los navarros para sacar cuatro córners, prueba de la intensidad con la que salieron, mientras que a los catalanes les costaba mantener la posesión de balón.

Los de Abelardo intentaban crear peligro por medio de Raúl De Tomás. Poco a poco las fuerzas se fueron igualando, pero ninguno de los dos equipos era capaz de crear ocasiones claras. Las imprecisiones y los nervios en ambos equipos se palpaban. En el minuto 33, se reclamó un penalti de Javi López por una supuesta mano que quedó claro que no era porque primero le pegó el balón en la pierna. Osasuna se mostraba más intenso, pero le costaba mucho crear ocasiones de gol. Al pocos minutos del descanso, una bonita jugada entre Torres, Rubén García y Darko, a punto estuvo de acabar en gol. Con el empate a cero se llegó al descanso, un resultado que sobre todo al conjunto visitante, no le valía.

En la segunda mitad, Abelardo hacía un cambio en busca de más profundidad. Wu Lei dejaba su sitio a Calleri y Abelardo cambiaba de sistema, apostando por un 4-4-2. Darko a punto estuvo de anotar. En el minuto 49, Víctor Sánchez cometió un claro penalti por mano y fue el especialista rojillo en lanzamiento de penaltis, Roberto Torres, quien se encargó de transformar la pena máxima para adelantar a su equipo.

Los catalanes se mostraban cada vez más nerviosos pero no se rendían y Darder obligó a lucirse al meta rojillo. Osasuna retrasó las líneas para tratar de pillar a los de Abelardo a la contra. En el minuto 70 Enric Gallego falló una clara ocasión de gol. En el minuto 82 las cosas se complicaban para el Espanyol porque Diego López tocaba el balón fuera del área y vio la segunda amarilla. Con los tres cambios realizados, Cabrera tuvo que ponerse de portero. Los rojillos lograron reencontrase con la victoria y dieron un paso muy importante hacia la permanencia.