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REAL MADRID - CELTA

Imperial Rafinha

El brasileño, cedido por el Barcelona, está reencontrándose en Vigo. Queda libre en 2021. "En el juvenil del Barça, Óscar me probó de falso 9 e hice muchos goles".

Vigo
Rafinha Alcántara conduce el balón ante el Sevilla.
MIGUEL RIOPAAFP

EI pequeño de los Alcántara está de vuelta. Rafinha celebró esta semana su 27 cumpleaños recibiendo el premio al mejor jugador del Celta durante el mes de enero. Después de una intermitente primera vuelta, el mediapunta cedido por el Barcelona vuelve a parecerse a aquel futbolista que apuntaba a crack antes de sufrir tres lesiones graves de rodilla.

"Tenía clarísimo lo que iba a pasar", señala el brasileño sobre los problemas físicos que lo lastraron durante el otoño. "Me esperaban entrenamientos diferentes y otra forma de jugar. Era consciente de que me iba a costar. He tardado, pero ahora me encuentro en plenitud", afirma el hijo pequeño de Mazinho.

La pasada campaña a Rafinha le tocó hacer de Leo Messi en el Clásico que supuso la destitución de Julen Lopetegui. El argentino estaba lesionado y Ernesto Valverde situó al paulista como falso extremo diestro. Su actuación en aquel 5-1 le hizo ganar peso en los planes del Txingurri, pero un mes después se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en el Wanda Metropolitano.

Aunque el curso actual lo inició siendo uno de los culés más destacados, en los últimos días de agosto decidió regresar a Vigo, la ciudad donde se crió y donde se consolidó en Primera hace seis años a las órdenes de Luis Enrique.

El Celta lo convenció con su 'Operación Retorno', el mismo plan que sedujo a Denis Suárez y a Santi Mina. Rafinha prefirió ser cabeza de ratón que cola de león. "Sabía que era un paso arriesgado, pero buscaba continuidad", admite el '12', que empieza a vivir lo que imaginó el pasado verano: "Estoy feliz por haberme reencontrado futbolísticamente, sentirme al cien por cien. Lógicamente, siempre esperas tener mejores resultados, pero ahora puedo demostrar el futbolista que soy y, de esta forma, poder ayudar al Celta".

A orillas del Atlántico también se ha reecontrado con un viejo conocido que no aparecía en el guión inicial. Óscar García, que aterrizó en noviembre en el banquillo de Balaídos, entrenó al polivalente atacante en el juvenil del Barça: "Fue uno de los años que más destaqué. Messi estaba jugando de falso '9' en el primer equipo y él tuvo la idea de probar conmigo en esa misma posición. La verdad es que empecé a marcar muchos goles y lo ganamos todo".

El renacer del campeón olímpico en Rio 2016 llega en un momento clave en su carrera. Su contrato con la entidad blaugrana finaliza en 2021. Todo apunta a que en el Camp Nou intentarán hacer caja con él a la conclusión de esta campaña. Síntoma inequívoco de esa intención es que la cláusula de rescisión de Rafinha ha pasado de 75 millones de euros a 17 tras la renovación firmada para jugar a préstamo en el Celta.

Si mantiene el nivel físico y de juego de los últimos dos meses, al internacional brasileño no le van a faltar ofertas este verano. Por su edad, todavía está a tiempo de volver a vestir la camiseta de la canarinha. Entre la enorme competencia para hacerse un hueco en el ataque de la pentacampeona mundial están los madridistas Rodrygo y Vinicius. "Tienen una calidad enorme y demuestran cómo ha vuelto a crecer el fútbol brasileño", apunta el céltico, que rompe una lanza en favor del carioca: "No tengo ninguna duda de que Vinicius acabará haciendo goles por el talento que tiene".