Apagón televisivo

EI fútbol femenino español atraviesa su temporada más convulsa. De las duras negociaciones por el primer convenio en esta categoría, cuyo acuerdo llegó en diciembre con una rubrica que se hace esperar, al conflicto televisivo, que interfiere directamente en el retraso de la firma de este documento. La situación es cuanto menos confusa. El pasado 20 de diciembre, sindicatos y patronal alzaron al mundo un preacuerdo histórico, que fijaba desde los salarios a los protocolos de maternidad o incapacidad laboral. Pero su firma oficial, acordada para el 15 de enero y sujeta al acuerdo económico entre la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF), se hace esperar.

Las causas caminan por otro de los frentes que mantienen la polémica jornada tras jornada en la Primera Iberdrola: los derechos televisivos. Al igual que pasó a principios de este siglo en la categoría masculina, no existe una regulación audiovisual que englobe a todos los clubes. Todo gira en torno a una guerra de intereses, entre los que muchos señalan a Real Madrid y Barça. Ambos clubes, con televisiones propias, son claves para entender este bloqueo audiovisual y, por ende, del convenio. Y es que si no hay acuerdo en este ámbito, no hay consenso económico y el convenio no puede ver la luz, ya que los equipos no pueden asegurar cumplirlo. Según indican a AS diversas fuentes, los dos clubes quieren emitir sus partidos por sus canales, sin contraprestación económica para el equipo visitante, e incluso emitir sus encuentros fuera de casa amparándose en el simulcast (dar un partido en dos plataformas a la vez), sin que exista exclusividad. Un hecho que ha trastocado lo acordado entre Mediapro, la RFEF y la ACFF, que pactaron emitir dos partidos en GOL TV, quedando el resto por determinar.

El problema de todo esto se manifestó con la no retransmisión del Atleti-Barça, partido de mayor trascendencia en Primera. María Teixidor, secretaria del club azulgrana, culpó de ello a Mediapro, asegurando que desde el Barça no se oponían a la emisión del partido, pero su consentimiento no fue por escrito, tal y como se pedía, ya que la entidad culé se acoge a su derecho de campo (retransmitir los duelos en casa), principio por el que emitió la ida del Clásico sin que el Atleti lo aceptara. Un conflicto que denota la falta de regulación específica para las retransmisiones del fútbol femenino y en el que urge un consenso. Por ahora, las más perjudicadas siguen siendo las jugadoras. No tienen convenio ni visibilidad...