Muniain y el dilema de los centrales

Iker Muniain reaparecía durante un puñado de minutos ante el Sestao River en Copa, casi dos meses después de que el bíceps femoral le frenara. Las sensaciones fueron inmejorables. De hecho, dispuso de alguna ocasión y se le vio muy suelto entre líneas. Su caso se había llevado con suma cautela y no se quiso forzar su regreso para evitar cualquier tipo de recaída.

Con Muniain ya apto para jugar ante el Celta el domingo en San Mamés, a Gaizka Garitano le surge el dilema de mover el esqueleto de su equipo y sobre todo renunciar al dibujo de los tres centrales a los que recurrió ante el Real Madrid y Sevilla, con sendos empates en ambas salidas de empaque. Lo más lógico es colocar de nuevo a Muniain en la mediapunta y volver a la línea de cuatro atrás, en la que Unai Núñez no jugó en Las Llanas por la latosa gripe que también afectó a Balenziaga y Ezkieta.

Con este panorama, Garitano deberá hacer encaje de bolillos y varios se quedarán fuera de combate. Solo De Marcos y Aduriz está descartados, además de Simón, con paperas. Este debe permanecer cuatro o cinco días aislado.