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REAL MADRID - ATLÉTICO

Un batallón de centrocampistas avanza contra el tocado Oblak

El Madrid multimedia contra la heroica resistencia atlética. El meta rojiblanco sólo completó una parte del entrenamiento de ayer. Giménez vuelve. Jovic o Rodrygo, la duda blanca.

Zidane y Simeone, junto al trofeo de la Supercopa en el estadio Rey Abdullah de Yeda.
REUTERS
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Es la incertidumbre extrema, el gusto por el golpe de efecto, la prestidigitación eterna, lo que tiene al fútbol en los altares desde hace siglo y pico. Hoy se juegan la Supercopa, Madrid y Atlético, que hace un año no hubieran merecido reglamentariamente estar aquí y hace tres meses, deportivamente tampoco (sigue el partido en directo en As.com). Dos intrusos, que diría Valverde, quien sabe si aventurando la que le iba a caer, disputando un título a 4.500 kilómetros de Cibeles y Neptuno. Hoy el Atlético se pone en manos de Correa, ahora su futbolista más decisivo, en verano convertible en divisas. Hoy es favorito un Madrid al que el vecino le metió siete en julio en Nueva Jersey. Hoy se santifica a Zidane, al que casi aplasta una crisis de fe colectiva hace no tanto. Hoy falta Benzema y el Madrid no lo percibe como un drama sino como una oportunidad para cambiar de registro. Las previsiones en esto caducan antes que los yogures.

Podría decirse que el Madrid se ha mudado al territorio del Atlético, para lo bueno y para lo malo. Ahora comparten ambos la carestía de gol y la firmeza defensiva, que en LaLiga les coloca en cabeza de impermeabilidad (Oblak y Courtois andan en modo superhéroes). Pero llegan a la misma cumbre desde vías radicalmente distintas. El Atlético está aquí tras sobrevivir al Barcelona con un 27% de posesión y la mitad de disparos a puerta. Con ese fútbol económico, la pizza de la metáfora de Simeone, el Atlético se ha reenganchado a todo en el último mes: sigue teniendo a tiro cuatro títulos.

Un batallón de centrocampistas avanza contra el tocado Oblak

El Madrid está en la recta final de una reconversión. Sintió como una amputación la marcha de Cristiano, pero está muy cerca de hacer vida normal sin él. Incluso sin Benzema, su gran activo ofensivo. Todo gracias a un cambio radical de formato. Atrás ofrece una solidez desconocida. Sólo ha encajado un gol en los últimos cuatro partidos. Y sus centrocampistas, muy tímidos en la llegada, tienen filo ahora: Modric suma cinco goles, su mayor registro desde que llegó; y Kroos, con cuatro, anda cerca. Casemiro, máximo recuperador de LaLiga y líder en disputas defensivas ganadas, ha bajado el centro de gravedad del equipo.

Derbi de autor en los banquillos

Con cinco centrocampistas de toda condición trituró al Valencia y hoy puede repetir, quién sabe si con otro punta, vista la falta de latido de Jovic.

En el Atlético, Correa ha ascendido a imprescindible, con tres goles y tres asistencias en los últimos cuatro partidos, mientras se extiende el temor por Oblak, que sólo completó una parte del entrenamiento de ayer, tocado aún tras su choque del jueves con Luis Suárez. Si falta hoy, el Atlético pierde el factor milagro. Joao Félix podría volver a la banda, como en la tarde del 7-3, con Correa de segundo punta.

Un batallón de centrocampistas avanza contra el tocado Oblak

Zidane ha ganado las ocho finales que ha disputado como técnico, pero Simeone ya le ha quitado al Madrid una Copa, una Supercopa nacional y otra europea. Eso sí, ninguna al francés. El Madrid, por conocimiento de marca, tendrá al público de su parte. Al Barça no le sirvió.