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BARCELONA

El 'síndrome Anfield' del Barça

El equipo volvió a estrellarse en un partido a vida y muerte y los miedos de Liverpool reaparecieron como si, harto de ganar títulos, se hubiera convertido en perdedor.

TRISTEZA LUIS SUAREZ
JAVIER GANDULDIARIO AS

Podría bautizarse de cualquier manera. La caída de Roma, la noche negra de Anfield o el desastre del Villamarín. Lo que está claro es que los fantasmas de Liverpool siguen ahí para el Barça y que el equipo tiene un problema psicológico. Algo así como si estuviera aprendiendo a caer y como si en estos partidos del KO tuviese un tremendo síndrome perdedor. Ni en el mejor escenario, con 2-1 a su favor y un fútbol arrollador en Yeda contra el Atlético, pudo agarrar el partido y acabó víctima de nuevo de todos sus miedos. Un equipo harto de ganar títulos, 34 lleva Messi, que en partidos decisivos se pone un tétrico disfraz de perdedor.

Porque el Barça volvió a estrellarse con todos sus fantasmas en Yeda. Cuando Morata hizo el empate a dos, el equipo se hizo papelillos y se preparó para el fatal desenlace, que fue 2-3 y pudo ser 2-5 si Neto no le para un balón de gol a Marcos Llorente o González González hubiese señalado penalti de Piqué. Lo peor es que para el Barça no era la primera vez. Aquel equipo que se despeñó en París, en Turín y en Roma, pareció tocar fondo en Liverpool. Entonces encajó dos goles idénticos (minutos 54 y 56) y también fue preparándose para el KO definitivo de Origi. Y luego vino lo del Valencia en la final de Copa. En el minuto 21, Gameiro adelantó al Valencia en el Villamarín. Doce minutos después, Rodrigo hizo el segundo. Contra el Atlético, vivió el tercer capítulo en el último año en Arabia.

El 'cuadro médico' es preocupante para el Barça. Da la sensación de que de manera inconsciente va a acercándose al abismo hasta caer, insisto en situaciones tan ventajosas como las que tuvo en Liverpool y este jueves en Yeda. Y lo peor es que la psicosis empieza a extenderse a la Liga. El Barça ha sido capaz de remontar un 1-0 tres veces esta temporada fuera de casa ante Osasuna, Real Sociedad y Espanyol y ha terminado empatando a dos y con la sensación de que si el partido duraba algo más, le podía volar hasta el último punto de la cartera. Un mapa absolutamente preocupante mirando a una Copa del Rey que se juega a partido único y a la eliminatoria contra el Nápoles. O las que vengan.