ESPANYOL - BARCELONA

Un Espanyol-Barcelona de históricas puertas giratorias

El camino de Abelardo no es único. Un sinfín de leyendas del Espanyol jugaron en el Barcelona y tienen puerta en Cornellà, desde Zamora a Sergio García pasando por Canito.

Gorka LeizaDiario As

Ocho temporadas, 257 partidos y 17 goles testimonian el firme paso de Abelardo Fernández como futbolista por el Barcelona. Un llamativo pasado para un técnico cuya misión es salvar del descenso al Espanyol, con el que debuta, precisamente, ante los azulgrana. Sin embargo, la historia perica está repleta de iconos que lo fueron a pesar de haber atravesado la puerta giratoria del Barcelona.

Basta con mirar al banquillo culé de esta noche, Ernesto Valverde, para toparse con el primero. El 'Txingurri' tiene una puerta (la 89) a su nombre en el estadio de Cornellà-El Prat, distinción que comparte con unos cuantos exjugadores del Barça. Las puerta 1 así lo indica, nada menos que el legendario Ricardo Zamora, con billete de ida y vuelta. O Javier Marcet, inquilino de la puerta 52, que jugó con el amateur del eterno rival. Incluso Raúl Tamudo, puerta 23, estuvo a prueba un año en Can Barça antes de recalar en la cantera perica.

Algo similar sucedió tras la puerta 82 con Diego Orejuela, culé a los 15 años, con Sergio González, puerta 83, que militó junto a Roger García en el cadete azulgrana, con Albert Albesa, ex del Barça Atlètic en la puerta 90, o con el propietario de la 92, Toni Jiménez, quien jugó dos temporadas en el juvenil culé.

Un grado más de vínculo con el Barcelona tenía cuando llegó al Espanyol el huésped de la puerta 2, Cristóbal Parralo, quien conquistó la Copa de Europa de Wembley con los primeros y la Copa del Rey de Mestalla con los segundos. También tras la puerta 66 un Cayetano Ré por quien el club perico pagó 600.000 pesetas al Barcelona. Casi lo mismo les ocurrió a Toni Velamazán (puerta 61) o Víctor Sánchez (72). Y ni decir tiene la conexión culé que tenían Iván de la Peña, puerta 76, o Sergio García, 87, cuando recalaron en el Espanyol.

El caso singular de Canito

Otros tantos surcaron el camino contrario, con el Barça como último destino. Así sucedió ya en los años 10 del siglo pasado con Santiago Massana (puerta 16), Martí Vantolrà (24), José Padrón (25). Mención especial merece José Cano 'Canito', que alberga a la grada que lleva su nombre tras la puerta 43 y que, siendo jugador azulgrana, celebró en pleno Camp Nou un tanto del Espanyol del que se informaba en el videomarcador.

Junto a todos ellos, las puertas de Cornellà esconden casos de futbolistas que un día estuvieron a punto de pasar al Barcelona. Desde el mítico José Parra (puerta 5), a quien trataron de seducir tras su destacado papel en el Mundial de 1950, a Juan María Amiano (70), pasando por Pepe Mauri (9), José María García (10), Toni Soldevilla (42), Antoni Fàbregas (49), Vicente Balaguer ‘Cata’ (53), Joan Bartolí (58).

Solsona y Marañón pudieron irse al Barça

Menos conocidas fueron las salidas que a punto estuvieron de acometer auténticos símbolos pericos como Dani Solsona (8), a quien salvó la cláusula de retención de la época, y Rafa Marañón (11), que estaba oficiosamente traspasado al Camp Nou en 1978 por las urgencias económicas de los blanquiazules, lo que echó atrás la venta precisamente de Solsona al Valencia.

Mitos sin puerta

Por si todos estos nombres fueran pocos, existen casos de mitos futbolísticos que deslumbraron en Espanyol y Barça pero que no obtuvieron puerta en Cornellà. Así les sucedió a Ladislao Kubala, Marcial Pina o Javier Urruticoechea 'Urruti'.

Y en los banquillos, aventura que ahora emprende Abelardo, también saltaron con éxito de uno a otro club Juan José Nogués, Luis Aragonés o, hasta hace apenas unos meses, Joan Francesc Ferrer 'Rubi'. Es el otro derbi, el de las puertas de la historia.

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