Leganés-Espanyol, la final de los equipos destronados
Los dos últimos de la Liga se ven cara a cara en Butarque (12:00, Mov. LaLiga). Los técnicos recalcan la importancia del encuentro de hoy.
En el fútbol, el reino de los destronados tiene purgatorio. Zona de descenso, lo llaman. Ahí residen los invitados al destierro en un baile que concluye la última jornada. Leganés y Espanyol son, este curso, fieles moradores de este espacio (sigue el partido en directo en As.com). Aspirantes a parias ya en la primera fecha, cuando los pepineros acabaron 17º y los pericos, últimos. Ahora son 19º y 20º. Aún no han salido de esas plazas malditas. El fútbol los ha imantado al pozo de penurias en el que despedirán 2019 pase lo que pase hoy. El que caiga acabará colista a tres puntos del siguiente peldaño. El empate también computa como tragedia.
"Es un partido de seis puntos" lo describía Aguirre el viernes. "Es el partido", decía ayer Machín. El Vasco entrenó y rescató del invierno al que hoy será su enemigo en 2013. Ahora busca lo mismo tras relevar a Pellegrino, vacante para la que sonó Machín antes de que lo llamaran de Cornellá. Esos vasos comunicantes tendrán hoy al mediodía en el césped a sus mayores protagonistas.
En el Leganés, un experico, Rosales, será la única novedad del once que empató en Vitoria. Bustinza no viajó a Andorra en Copa para jugar hoy, pero se lesionó en el gimnasio, así que el venezolano, que acabó tieso del periplo al Principado, tendrá que repetir.
Otro ex, éste pepinero, es la incógnita perica. David López montó en el AVE a Madrid sin saber si quiera si podrá vestirse. Su entrenador camina sobre el alambre y para evitar el vértigo apunta a que dispondrá de nuevo un ataque con dos delanteros. Artillería para distraer fantasmas la mañana de la Lotería. En el purgatorio de los destronados, el Gordo no se canta en euros, sino en goles.