MUNDIAL DE CLUBES | MONTERREY 1-LIVERPOOL 2
Firmino despierta al Liverpool
Un gol del brasileño en el 91’ evitó la prórroga para los ‘reds’. Klopp hizo rotaciones y Rayados estuvo cerca de sorprenderle. Jugará la final ante Flamengo.
Un gol agónico de Firmino, un remate que coincidió con el inicio del tiempo añadido, dio el pase al Liverpool para la final del Mundial de Clubes en una noche de la que Klopp deberá extraer muchas conclusiones, pues su equipo estuvo lejos de ser el que es. El técnico se confió en exceso ante Rayados, un buen conjunto lleno de jugadores internacionales y con una experiencia interesante. No procedía.
Hubiera sido un escenario inamovible el de la victoria del Liverpool si enfrente no hubiera habido un equipo que también tiene fuego arriba. En una acción a balón parado, de hecho, poco después, empató Funes Mori, el hermano del defensa del Villarreal, tras un rechace de Alisson. La hinchada de Rayados explotó.
Con el gol se acentuó el plan mexicano. Cada recuperación en mediocampo era un flechazo a la espalda de los defensores ingleses. Pabón pudo incluso dar la vuelta al marcador, pero se encontró con una mano salvadora de Alisson. El Liverpool sufría, no se encontraba, parecía vulnerable por la presencia de Henderson en el puesto de central y, sobre todo, de Lallana en el de mediocentro posicional. Los mediocentros poseen unos códigos de conducta, con y sin balón, que él no tiene, aunque le hayan ido retrasando según ha transcurrido su carrera.
El encuentro se fue convirtiendo en una ratonera para el Liverpool. Se sintió tremendamente incómodo por tener que llevar el peso y Rayados nunca renunció a contragolpearle. Hasta que se le gastaron las pilas, el partido de Pabón fue un suplicio para el Liverpool. A punto estuvo de marcar de falta el colombiano y también poco después. En ambas salvó Alisson. Klopp tardó demasiado en hacer cambios, a la vista del panorama tan gris que se presentaba. Hasta que entraron Mané, Alexander Arnold y Firmino, que acabó siendo clave.
Origi, en un remate en semifallo, y Keita, el mejor del Liverpool, habían avisado. Pero tuvo que ser el plan A del Liverpool, el que esta vez empezó desde en el banquillo, el que resolviese. Un centro desde la derecha de Alexander Arnold llegó llorando al corazón del área y ahí estaba Firmino para sellar el pase de su equipo al primer toque. Una evidencia de que entre titulares y suplentes del Liverpool hay un mundo. Y eso, en la máxima exigencia, puede costar muy caro.