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ALCORCÓN - OVIEDO

Santo Domingo examina hoy a dos rivales con urgencias

El Oviedo quiere alejarse de la zona baja, a costa de un Alcorcón que mira a los puestos de palyoff de ascenso (18:30, Mov. LaLiga).

Santo Domingo examina hoy a dos rivales con urgencias
ELOY ALONSODIARIO AS
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La pasión es esa perturbación, necesidad o incluso vehemencia que se siente en los afectos o en determinadas circunstancias (sigue el partido en directo en As.com). En la previa hablaba el técnico del Alcorcón Fran Fernández de sumar más pasión a los partidos en casa. Quizá no le falte razón y, en el último partido en casa, la derrota ante el Huesca, faltara esa chispa que tienen los novios en el arranquen de la relación. El Alcorcón quiere enamorar a su afición, quiere demostrar la pasión por los puntos, por la victoria en Santo Domingo. Y para eso necesita ganar primero, pero también gustarse. La racha de siete partidos sin perder tocó a su fin, más motivos para morder. El equipo necesita recuperar a sus goleadores, su ritmo vertiginoso en banda y que Stoichkov o Boateng tomen las batutas de los alfareros. El playoff no queda lejos para el Alcorcón cuando todavía no se ha llegado a la mitad del campeonato. Los amarillos quieren ser ambiciosos y la necesidad de volver a ganar en casa es el primer instinto que quieren alimentar.

Las lesiones de Samu Casado y Dani Jiménez, que será duda hasta el final, pueden dejar a Ximo Miralles, de nuevo, como titular en el marco amarillo. Un Miralles que, hasta ahora, ha cumplido con sobresaliente.

Por su parte, la pasión del Oviedo es con no caer en el pozo. El último triunfo ante el Rayo (2-1), conquistado en los minutos finales, ha servido para lograr algo de calma en una temporada inestable. El Oviedo ha pasado la última semana fuera de los puestos de descenso, una circunstancia a tener en cuenta viendo el acontecer del curso. Pero los de Rozada no se detienen ahí y quieren seguir creciendo. El objetivo es sumar otro triunfo en su campo maldito, Santo Domingo, para empezar a respirar.

No podrá contar Rozada con Berjón, baja otra semana más y que podría alargar su periodo de reincorporación al grupo. Acostumbrado a vivir sin su capitán, el entrenador se mantiene fiel al 4-2-3-1 que ha sido su dibujo preferido desde que asumiera el mando en el Oviedo. Incluso podría repetir los mismos nombres que se impusieron el pasado fin de semana al Rayo en el Tartiere.