Roberto Soldado vuelve a Getafe con un Granada de récord
El delantero valenciano visita el Coliseum por cuarta vez desde que se marchara del Getafe en 2010 y lo hace con un Granada que busca volver a colocarse líder de LaLiga Santander.
Hubo un tiempo no muy lejano, en el que Roberto Soldado fue el ídolo de la afición del Getafe. Su paso, no muy largo pero intenso, por el sur de Madrid dejó huella en un equipo que venía de hacer la mejor temporada de su historia. Sin embargo, en muchas ocasiones, los héroes se cambian de traje y se visten de villanos.
Eso pueden llegan a pensar de él los aficionados del conjunto azulón, que han visto como el delantero valenciano les ha hecho seis goles en sus seis enfrentamientos desde su marcha. El que un día fue héroe vuelve al Coliseum Alfonso Pérez en la noche de Halloween con la camiseta del Granada. Pero, para comprender esta historia de amor y odio alguna vez, hay que empezar por el principio.
Soldado aterrizó y se marchó como ídolo...
Roberto Soldado aterrizó en Getafe el verano después de que el club presidido por Ángel Torres realizara la mejor temporada de su historia. El equipo dirigido en aquel momento por Michael Laudrup alcanzó la final de la Copa del Rey y cayó en cuartos de la UEFA en un partido memorable ante el Bayern de Múnich. Precisamente, Soldado y Gavilán (ex-Valencia) fueron los fichajes estrellas de la temporada 2008/2009.
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Una temporada que no arrancó nada bien para un Soldado que tuvo que esperar hasta el 22 de diciembre para estrenarse como goleador con la azulona. A partir de ahí, fue un ciclón casi imposible de parar. Finalizó la campaña siendo vital en la salvación del Getafe en la última jornada en Santander y anotando 16 goles en los 26 partidos ligueros que disputó. Su fichaje, que costó 6 millones de euros, estaba prácticamente amortizado.
Y si no lo estaba ya se encargó el propio Soldado de acabar de confirmarlo en la campaña 2009/2010. La llegada de Míchel González al banquillo fue un soplo de aire fresco para un club que afrontó la temporada llenó de ilusión después de sufrir para lograr la salvación en la anterior. Las llegadas de Pedro León y Dani Parejo fueron vitales para acabar de activar a Roberto Soldado, que inició la temporada con un hat-trick en El Sardinero ante el Racing.
A pesar de estar dos meses de baja por una lesión en el menisco, el '9' del 'Geta' volvió a tiempo para hacer cuatro goles en las últimas tres jornadas, incluido un doblete ante el Atleti en la jornada 38, y llevar a su equipo a conseguir el pase a Europa y la mejor clasificación en la historia azulona hasta que la superaran los hombres de Bordalás en la 18/19. Actualmente, Soldado es el segundo máximo goleador de la historia del Getafe en Primera División con 29 tantos.
...Y regresó para vestirse de villano
Su etapa en Getafe le relanzó hacia la élite y el Valencia decidió firmarlo como sustituto de David Villa, que se marchó al Barça, pagando su cláusula de rescisión de 10 millones de euros en el verano de 2010. Roberto Soldado ha mojado en dos de sus tres visitas al Coliseum. El valenciano se puso el traje de villano en la primera vez que jugó en Getafe desde su marcha anotando un póker de goles que dieron la victoria al Valencia (2-4).
El público del encuentro aplaudió incluso a Soldado cuanto anotó el cuarto gol. Ni el mejor director de cine de terror podría haber escrito un guion así para la vuelta del ídolo azulón.
Al año siguiente, otra con el Valencia, volvió a anotar un gol en el Coliseum. En aquella ocasión los azulones se repusieron al gol en el minuto 4 y se llevaron la victoria por 3-1. La última vez que el ariete visitó Getafe, en 2013 también con el conjunto valencianista, no fue capaz de hacer gol, pero su equipo también se llevó la victoria.
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Seis años después, Roberto Soldado volverá a jugar como visitante en el Coliseum Alfonso Pérez. Y lo hace con un Granada que, con una mezcla de experiencia y mantener el bloque del ascenso, está siendo la gran revelación del inicio liguero. Getafe es el lugar en el que demostró que podía rendir a un gran nivel en un club grande y su enorme talento goleador.
Vivió la cara con la clasificación europea y la cruz con el sufrimiento propio de estar en el alambre del descenso. Seis años después, en la noche de Halloween para más inri, vuelve un ídolo que se convierte en villano cuando juega como visitante en el verde de Getafe.