BARCELONA

Rakitic menguante

De los ocho partidos que jugó, en cinco no tuvo más de 20 minutos. Salvo lesión de gravedad de algún centrocampista titular, su situación no tiene vuelta atrás y apunta a la salida de enero.

Actualizado a
Michaela Øíhová/CTK/dpa

Observando a Valverde mientras le daba instrucciones en el minuto 84 para salir al campo contra el Slavia de Praga, se hacía chocante ver a Ivan Rakitic en esa situación, que ya ha sido una constante esta temporada. No sólo suplente, sino condenado a jugar de manera residual. En el Sinobo Stadium apenas tuvo seis minutos más el descuento (otros cinco). De los ocho partidos que ha jugado esta temporada, seis en Liga y dos en Champions, Rakitic no ha jugado más de 20 minutos en cinco de ellos. Y en tres de ellos, apenas jugó diez o menos minutos.

El tiempo pasa para todos, como advirtió Valverde en un anuncio premonitorio en el mes de julio, cuando lo que habían sido loas a Rakitic durante años se convirtió en un mensaje frío que podía avanzar lo que ha llegado estos meses. Pero aun así, era difícil pensar que, una vez arrancada la temporada, Rakitic jugaría tan poco. 36 minutos en tres partidos de Champions, 167' en nueve jornadas de Liga. Para un jugador que había sido titular el 87,73 por ciento de los partidos en las dos primeras temporadas de Valverde, porcentaje que aumentaba hasta un espectacular 91% en los partidos de Champions, la situación es exageradamente anómala. Fundamental en las Ligas de 2015, 2016, 2018 y 2019, básico en la Champions de 2015, gol incluido en Berlín, el año del triplete; ganador de las Copas de 2015, 2016, 2017 y 2018, el final de Rakitic apunta triste.

En la última concentración con su selección, el croata ya anunció que no quería estar en Barcelona paseando por el mar. Frustrado su traspaso a la Juventus en los últimos días de mercado en verano, la operación hacia Turín o al Inter de Milán, que ya lo pretendió en 2018, podría reactivarse en el mercado de invierno. Aunque el Barça no era partidario de malvenderlo y por eso no le dejó irse al PSG hace un año ni a la Juve ahora, la situación podría empujar a un final pactado. Sea el final que sea, y aunque el croata también ha presionado económicamente al club por momentos para que se le mejorase la ficha, lo que sí cae por su peso, más en un jugador emotivo como Rakitic, es que una trayectoria ejemplar como la suya en el club merece un final a la altura de cinco años de profesionalidad y éxitos. Es un jugador querido y con esa clase de jugadores, los clubes están obligados a extremar los cuidados. No es lo mismo verse marchar por la puerta de atrás a un Arda Turan de turno que a tipos que han dado tantísimas noches de gloria y cero ruido a nivel extradeportivo. Ahí tiene un situación que solucionar el Barça.

Lo más visto

Más noticias