Una derrota con consecuencias
Zidane quería repetir el plan con el que ganó la Liga el año del doblete. Pero el naufragio del equipo en Son Moix ha devuelto al técnico a la realidad.
Zidane quería repetir el plan con el que ganó la Liga el año del doblete. Tenía una segunda unidad con la que venció en salidas importantes como las de Eibar, Leganés, Granada, Coruña o Gijón. Cuatro victorias contundentes con equipos plagados de suplentes. El partido ante Osasuna de esta campaña (esta temporada) en el que Zidane introdujo ocho cambios en el once, fue un rayo de esperanza de que esta temporada podría repetir la estrategia. Pero el naufragio del equipo en Son Moix ha devuelto al técnico a la realidad y, de paso, deja varios nombres propios como damnificados. Son Odriozola, Isco, James y Jovic.
Odriozola:
Sigue sin arrancar esta temporada. Es la segunda vez que la lía. La primera fue en Balaídos, donde un doble fallo suyo le costó un gol al Madrid que fue anulado por el VAR por un fuera de juego que fue por centímetros. Después de eso desapareció durante varios partidos. Entonces, tenía la coartada de que había estado lesionado durante parte de la pretemporada. Pero a Son Moix llegó rodado y volvió a quedar señalado. Reculó excesivamente en el gol de Lago Junior, aunque también es cierto que James le ayudó poco en esa jugada. Acabó expulsado por doble amarilla. La segunda, innecesaria.
Se quedó, lamentándose, en el túnel. El Madrid fichó a Odriozola por 30 millones más variables. Entonces era internacional. Fue hasta al Mundial de Rusia. Tiene que retomar ese camino pronto.
James:
Empezó muy bien la temporada, con grandes partidos en los que demostraba un gran derroche físico. Pero en Mallorca, desaprovechó la oportunidad. Dejó de correr para atrás en alguna jugada en la primera parte. Sobre todo en el gol de Lago Junior, en el que dejó sólo a Odriozola cuando desaceleró en su transición defensiva. En la segunda se esforzó más, pero no tuvo suerte. Sólo dejó un detalle, un pase largo que Benzema remató con sutileza al larguero, a bote pronto. Se esperaba del colombiano que se hiciera con el mando del partido junto a Isco.
Isco:
Un borrón más para el de Arroyo de la Miel en este arranque de la temporada. No hizo nada que representara un peligro para el Mallorca. Falto de ritmo en lo físico, entendible por las lesiones que ha sufrido, y embarullado con el balón. Sabía que iba a ser titular durante todo el parón, diez días entrenando en Valdebebas, pero no le sirvió para nada. El malagueño ha perdido protagonismo de una manera alarmante. Sobre todo teniendo en cuenta que fue titular en las dos últimas finales de la Champions ganadas.
En Son Moix no mereció ni de lejos un puesto en el once y saltó, por ello, de la última convocatoria de Robert Moreno. El malagueño ha venido contando cada vez menos desde que fichó, por 30 millones y desde el Málaga, en el verano de 2013. Desde entonces, este es el porcentaje de minutos que ha actuado temporada a temporada: 58%, 71%, 56%, 42%, 53%, 33% y, finalmente, 13% esta campaña.
Jovic:
El delantero centro del Real Madrid, que jugó por delante de Benzema, se fue del partido sin rematar ni una sola vez. Eso lo dice todo. Ni siquiera hizo una jugada en el área. No intervino en el juego de ninguna manera. Lo demuestran los datos. Dio 22 pases, el que menos de los jugadores de campo que comparecieron en el once de Son Moix. Sólo Courtois, con 16, dio menos que él. Son ocho partidos con la camiseta blanca (dos de ellos como titular) y 287 minutos sin perforar la portería contraria. Su último gol con un club fue con el Eintracht, en las semifinales de la Europa League de la pasada campaña. Se lo hizo al Chelsea el 2 de mayo… Ya han pasado 172 días. Su último gol con la selección, con la que no ha ido este último parón por su desencuentro con el entrenador, fue el 10 de junio, ante Lituania…
El Madrid pagó 60 millones de euros por uno de los delanteros de moda de la pasada campaña. Llegó a hacer Jovic 27 goles en 48 partidos, con una media de 0,56 por partido. Pero si atendemos a las estadísticas durante toda la corta carrera del jugador de 21 años, en realidad la pasada fue la única campaña en la que Jovic se destapó como goleador. En la anterior se quedó en 9 goles en 27 partidos, también con el Eintracht (0,33), y en los cuatro encuentros oficiales que jugó antes con el Benfica en los temporadas, no consiguió, si quiera, ver puerta.