El CSKA tiene muy presente a la Europa League en su estadio
Un imponente edificio de 142 metros se erige en uno de los córners del Arena CSKA, donde contrastan los orígenes marciales con la modernidad de una instalación inaugurada en 2016.
Casi en paralelo al fin de la construcción de Cornellà, en 2007 se iniciaban en Moscú las obras del Arena CSKA, que por su nombre podría parecer más la cancha de su laureada sección de baloncesto (vigente campeona de la Euroliga), sobre los terrenos del anterior estadio, aquel Grigori Fedótov que homenajeaba a uno de los grandes goleadores soviéticos.
Quedó inaugurado en 2016, justo a tiempo para una Copa del Mundo de Rusia-2018 en que, sin embargo, por su capacidad de 30.000 espectadores no albergó partidos aunque sí entrenamientos de numerosas selecciones. Tampoco allí jugó, por ejemplo, el Real Madrid en la pasada edición de la Liga de Campeones, ya que se trasladó el choque al Olímpico de Luzhniki, que le triplica el aforo. Pese a su origen evidentemente comunista, hay pocas evidencias mayores del cambio de Rusia como que, fuera de las competiciones de la UEFA, el nombre comercial del estadio del CSKA lo recibe de una entidad bancaria, el VEB Arena, con el ‘naming right’ contratado hasta 2022.
Lo marcial y las reminiscencias soviéticas, como el llamativo tanque que adorna uno de los accesos o la majestuosa para de metro con el nombre del club adornada con estatuas, conviven en una entidad que durante dos décadas fue propiedad del Ejército Rojo junto a unas instalaciones ultramodernas en que destaca, en uno de los córners, un imponente edificio de 142 metros y 38 plantas, destinado a los negocios, y construido a imagen y semejanza del trofeo de la Europa League, en honor a la Copa UEFA (nomenclatura de entonces) que el CSKA conquistó en 2005. Luego llegaría el Sevilla...