La caída de Thomas Cook puede llevar a la ruina al Wolverhampton
Los dueños del club inglés tienen más de 1.000 millones de euros invertidos en el tuorperador que este lunes echó el cierre con 600.000 personas ‘colgadas’ por todo el mundo.
En la noche del domingo al lunes unas 600.000 personas se quedaron ‘colgadas’ alrededor del planeta tras el anuncio de Thomas Cook de paralizar sus servicios tras 178 años de actividad a viajeros de todo el mundo, pero en especial a los británicos.
El gran tuorperador cayó por no haber conseguido 227 millones de euros que necesitaba para completar un rescate de unos 1.200 millones y las consecuencias de su desaparición se notarán en muchos puntos turísticos del mundo, pero también en Wolverhampton.
Y es que los Wolves pertenece a un conglomerado empresarial llamado Fosun International, que resulta ser el mismo que este mismo año pagó 450 millones por el 75 por ciento del negocio turístico de Thomas Cook y el 25 por ciento de la aerolínea. En total, se estima que la participación de Fosun está valorada en más de 1.000 millones de libras (1.133 millones de euros) desde que en 2015 comenzara a comprar acciones del tuorperador, aunque la fortuna de los asiáticos quintuplica el valor de lo invertido.
Desde el club no quiere hacer declaraciones públicas, pero en privado piden tranquilidad y se agarran al buen camino escogido por el fondo de inversión chino desde su llegada hace tres años, pero la prensa inglesa desvela que llevan tiempo buscando inversiones para los Wolves para desprenderse del 20 por ciento del club.
Fosun Group, con la ayuda de Jorge Mendes, compró el Wolverhampton Wanderers en julio de 2016 por 45 millones de libras (unos 51 millones de euros en la actualidad) y ahora este grupo lo valora en unos 350 millones de libras (396 millones de euros) después de que en 2018 consiguieran el ascenso a la Premier League.