El Espanyol regresa a los 80 para escribir su futuro en Europa
Defienden en Ucrania el 3-1 de la ida para ir a la liguilla. El Zorya se aferra a la primera parte jugada en Cornellà-El Prat, en la fueron mejores que el Espanyol.
Pisar Zaporiyia es como coger una máquina del tiempo y viajar tres décadas atrás. El espíritu soviético palpita en cada rincón y en cada edificio inerte. La ciudad ucrania es un bosque de fábricas abandonadas, calles maltrechas y árboles descuidados, como si el reloj se hubiera detenido en 1989. Un año antes, curiosamente, el Espanyol escribió una de sus páginas más gloriosas a la par que trágicas, en la UEFA de 1988 que desembocó con una final perdida ante el Bayer Leverkusen después de ganar 3-0 en la ida. Curiosamente, ese partido de vuelta (3-0, derrota por penaltis) es la única vez en la historia en la que los pericos han desaprovechado una ventaja de dos goles o más en esta competición.
Viajando a ese pasado para escribir un mejor futuro, llega el Espanyol con un 3-1 a Zaporiyia para desafiar a un Zorya en el exilio, que se aferra con uñas y dientes a la primera parte jugada en Cornellà-El Prat, en la que aventajaron a los de David Gallego en fondo (0-1) y forma. El técnico local ha echado mano al corazón, recordando sus grandes resultados en Alemania, la fuerza de la remontada, el olvido de la fatiga... El Espanyol se encontrará a un Zorya desatado y no quiere dejarse intimidar.
La expedición blanquiazul ya se entrenó ayer por la tarde en el Slavutiyh Arena en un ambiente cálido y en la intimidad, después de una jornada más frenética de lo previsto. El avión, con los 28 jugadores citados por el técnico, salió con dos horas de retraso por la congestión aérea en el aeropuerto de El Prat. La jornada fue altamente frenética.
En lo deportivo, Gallego sigue sin recuperar a Pedrosa y Naldo se entrenó al margen. El estadio se llenará en la última frontera para jugar la liguilla.