Inédito Takashi Inui
Su posición, habitualmente tirado a la banda, es sin duda la que más overbooking tiene del equipo con Orellana, Pedro León y De Blasis.
Tras dos jornadas en las que la SD Eibar ha sumado uno de los seis puntos en juego, muchos interrogantes acechan sobre cual debe ser el once que Mendilibar alinee el fin de semana en el Wanda Metropolitano. El equipo mejoró algo en El Sadar respecto a su papel en Mallorca, pero la imagen del equipo no fue la habitual en las últimas temporadas. Además, el técnico de Zaldibar sorprendió a todo el mundo con una serie de cambios en los que dejó fuera a pesos pesados del vestuario como Paulo Oliveira o Pedro León.
Sin embargo, el que parece que todavía no está adaptado del todo a lo que Mendilibar pide es el japonés Takashi Inui. Sin duda el fichaje estrella del verano para la SD Eibar todavía no sabe lo que es disputar minutos en Primera División este curso. La pasada temporada tampoco fue la mejor para Inui, en un año en el que pasó de ser titular en el Betis a terminar disputando muy pocos minutos en el Alavés en calidad de cedido.
Su posición, habitualmente tirado a la banda en posición de extremo, es sin duda la que más overbooking tiene del equipo con Orellana, Pedro León y De Blasis como compañeros en el extremo. El regate, el desborde y la velocidad del japonés podría marcar la diferencia esta temporada, y Mendilibar ya ha afirmado en alguna ocasión cuan de su agrado es el nipón. Según aseguró el de Zaldibar hace dos temporadas: "Inui es un jugador muy bueno, que nos aporta mucho y es muy noble. De hecho, no sabe mentir. A veces de bueno es tonto". Sin embargo, uno de los defectos que el técnico del Eibar siempre ha querido corregir en el nipón "es su falta de maldad de cara a portería. Le digo que tiene que atreverse a chutar más y no buscar siempre el pase al centro del área o atrás".
Quizás sea el Wanda Metropolitano el lugar donde Inui vuelva a debutar con el Eibar en Primera División, ya que Mendilibar continúa en labores de prueba en su once inicial y todavía no ha sido capaz de dar con la tecla que permita al equipo exprimir su potencial al máximo.