De Madrid... al rascacielos
Primer derbi fuera de Europa y primero para Hazard. Joao Félix es duda. Rodrygo y Kubo pueden tener minutos. Bale vuelve al escaparate.
No hay derbi que se sirva sin salsa. Ni siquiera este, transoceánico, after hours para las hinchadas y sin contraindicaciones ni dramas (sigue el partido en directo en As.com). El primero fuera de Europa y con cinco atléticos de pasado madridista, ese que no se puede borrar, según Mario Hermoso, el último del comando del morbo, que pasará a penúltimo si James también da el paso. En cualquier caso, será el tercer ensayo veraniego de unos y otros y dibujará mejor el porvenir del vecindario, lleno de incertidumbres por el momento.
El partido ofrece el choque de dos revoluciones. La del Madrid, voluntaria, tras un año en blanco, pecado siempre imperdonable por el tamaño de la casa. La del Atlético, obligada tras perder por las malas a Lucas Hernández, Rodri y Griezmann; por las caras, a Godín, y por las biológicas, a Filipe Luis y Juanfran. Dos cambios radicales explicados en cifras: 243 millones ha gastado el Atlético, que ha vendido por 311, y 303 el Madrid, que únicamente ha recuperado 115. En esa tarea, la de limpiar plantilla y hacer dinero, le pilla el encuentro. Porque a Zidane le falta uno (Pogba) y le sobran varios, aunque la lesión de Asensio le ha cambiado el paso. No para comprar más, sino para quizá salvar a un prescindible. Hoy repetirá Bale, que en el peor de los casos quiere adornar su salida, mientras Mariano ha pasado de nueve de guardia a cero a la izquierda sin dejar de entrenarse. Mayoral y James esperan destino en Madrid, Ceballos ya lo tiene y Vallejo, casi.
Nueve los once que formaron el primer once de Zidane, hace ya tres años y medio, siguen en la plantilla. Diez de los que alineó de salida en el primer choque de pretemporada ya estaban el curso pasado. Los indicios marcan, en este volver a empezar, un indulto general y un efecto recuerdo. Marcelo lidera el grupo de los que han vuelto a subirse al tren. Pero también asoman algunos puntos de preocupación: Benzema ha vuelto a extraviar los goles, Jovic ha sido invisible, la defensa no ha recuperado dureza y sin Casemiro blandea el centro del campo. También resultan una incógnita los jóvenes. Doce menores de 25 años figuran a día de hoy en la plantilla y la pretemporada servirá para separar el trigo de la paja. Parte de esa zona de sombras debe alumbrarla Hazard, que trae de la Premier los mejores números de su carrera: 21 goles y 17 asistencias la temporada pasada. Hoy se espera a Kubo y Rodrygo, que no estuvieron ante el Arsenal. Dos becarios con pretensiones de eventuales. Y Jovic hace un tercer intento tras dos salidas en falso.
Atlético: bien atrás, con dudas delante
Tampoco hay demasiadas certezas en un Atlético obligado a cambiar casi al completo su columna vertebral. Joao Félix, un fichaje de puerta grande o enfermería, dejó detalles en El Burgo de Osma antes de lesionarse, no estuvo ante el Chivas y es duda para hoy. Sería una pena no verle subir el primer puerto del curso. Marcos Llorente, que entró con mal pie aunque fue indultado, Mario Hermoso, Lodi o Saponjic aún están por descubrir en el gran fútbol y Felipe o Herrera vienen de una liga que no es referente en Europa. De los que estaban, Vitolo o Lemar vuelven a brotar y despierta curiosidad la pugna Morata-Diego Costa, resuelta favorablemente para el madrileño el curso pasado. El nuevo Atlético aún no ha encajado un gol, cholismo sin aditivos, pero le ha costado marcar tanto como en años precedentes.
La situación, en cualquier caso, es de máximo equilibrio. Simeone puso fin a esa vergonzante racha rojiblanca de catorce años sin ganar al vecino ("Se busca rival digno…"). El Madrid es su adversario más repetido y el balance no desmerece: nueve victorias, diez empates y diez derrotas. Su Atlético quedó por delante del Madrid en las dos últimas ligas, que viene a ser como tener las llaves de la ciudad. Zidane, por su parte, firma un empate técnico: igual número de éxitos y de fracasos (tres) y dos igualadas. Eso sí, lo que se dejó en la Liga lo recuperó en la Champions: ganó una final y eliminó a los rojiblancos en unas semifinales. El plato, aun veraniego, se servirá caliente en un balcón que se asoma a Nueva York. De lujo.