Luis Rubiales: "España merece más que nadie ser campeona"

Está ante la posibilidad de ganar su primer título como presidente en categoría masculina. ¿Le ilusiona?

Es muy ilusionante porque es una categoría con grandes figuras, todos los países aportan jugadores que ya son internacionales absolutos. Además en los últimos 20 años sólo hemos ido dos veces a los Juegos y es muy importante. El balance es muy positivo. Si ganamos, más.

Hace menos de un año hubo cambio de seleccionador Sub-21. ¿Por qué eligió a De la Fuente?

Ya le conocía. Había hecho un magnífico trabajo, en especial con estos chicos. El 90 o 95% de los jugadores que vienen a esta concentración ya le conocían. Era darle continuidad de manera natural. Está muy capacitado y además me encanta su forma de ser, es una persona noble, serena y a la vez humilde. Eso lo conjuga con una gran sabiduría: es la persona idónea.

La continuidad se trasladó al resto de categorías...

Dimos continuidad y modificamos la política de renovaciones. Antes se hacía en el último minuto y ahora los técnicos varios meses antes saben cuál será su futuro. Subimos un escalón a cada uno y la única decisión se tomó en la selección Sub-16 y Sub-15, donde trajimos a Julen Guerrero que está haciendo un magnífico trabajo.

¿Ha conseguido esta selección volver al juego que logró Luis Aragonés en 2008?

Es pronto para ver qué nos depara el futuro. Lo que está claro es que el fútbol que ha desplegado España no lo ha desplegado ninguna otra selección, tenemos muy buenos jugadores. Robert Moreno tiene buenos mimbres para hacer un buen cesto.

¿Lo ideal sería que si se vuelve a levantar la Copa del Mundo lo haga alguien que haya pasado por todas las categorías?

Hay jugadores que rompen más tarde y luego nos ayudan. Los caminos de un futbolista cambian. Pero estas son las raíces de la Selección del futuro. Hay trabajo por hacer, pero hay muy buen material humano para hacer grandes cosas.

Es de los mejores años en las categorías inferiores. ¿Eso tranquiliza?

Vamos por el camino correcto. Creo que Francis Hernández está haciendo un buen trabajo. Es la primera vez que nos metemos en la fase final de la Sub-17, Sub-19 y Sub-21. Nunca había ocurrido. Hay cosas que se están haciendo muy bien.

¿Qué novedades ha introducido desde que llegó?

Sólo hay que ver cómo se componía una concentración antes y ahora. Todas las selecciones tienen su nutricionista, cocinero, cuatro o cinco analistas, dos preparados físicos, un cuerpo médico mayor... Eso en cuanto a la dotación. También hay un avance importante a nivel tecnológico. Los medios de los que disponen los técnicos son mucho mejores, tienen casi todos los programas informáticos, pueden analizar y visionar todos los partidos que quieran. Antes esto no lo podían hacer. Todo esto es una inversión. Otros lo ven como un gasto, nosotros como una inversión.

¿En qué se invirtió más?

A nivel de volumen salarial humano ha mejorado porque hay más gente. Y sobre todo se ha invertido en tecnología, ha habido una inversión y una apuesta decidida porque sabemos que nuestra razón de ser como selección es buscar la excelencia.

¿Le duele que algunos jugadores se vayan a jugar fuera?

Nos gustaría que los jugadores españoles debuten, jueguen y se formen en equipos españoles. Pero bueno... La vida tiene estas cosas y las tenemos que asumir. Los entrenadores lo asumen, lleva un esfuerzo porque hay que seguir a jugadores en otras ligas pero lo hacemos encantados.

Robert sigue de cerca a las inferiores. ¿Pesó eso a la hora de elegirle?

Tanto Luis Enrique como Robert en eso son parecidos. Es valiente, si tiene que poner a un chico joven que esté tirando la puerta abajo lo va a poner. De hecho en la última lista y en las anteriores han venido jugadores de 20 o 21 años sin problema.

Por último... ¿Tiene ganas de revancha contra Alemania?

Hay ganas de ganar. Creemos en la formación. Las categorías inferiores tienen el objetivo de llevar jugadores al primer equipo pero siempre queremos ganar. España ha hecho un gran trabajo en este campeonato y se merece ser campeona más que nadie.