Undiano: "Con el VAR el fútbol es ahora mucho más justo"

-Se despide del arbitraje pitando una final de Copa.

-Es precioso acabar mi vida deportiva de esta manera. Todavía tendré algún amistoso, pero acabar en la Copa del Rey es un sueño y he tenido mucha suerte. Ya he hecho dos finales. A nivel nacional es el partido más bonito. Es la fiesta del fútbol español. No tiene nada que ver con uno de Liga.

-Debutó pitando un Numancia-Oviedo en el año 2000.

-Era la ilusión de un niño. Cuando empiezas de árbitro siempre tienes esa ilusión. Lo recuerdo como si fuera ayer. Esos nervios antes de salir...

-¿Cómo le dice un niño a sus padres que quiere ser árbitro?

-No es sencillo. Directamente yo ni se lo dije. Fui a apuntarme con amigos y ya me dieron un partido. Cuando bajé a casa se lo dije: ‘Oye, mirad... Me he hecho árbitro’. Me miraron extrañados. A mi madre le pareció bien de primeras; a mi padre no le hizo mucha gracia, pero como me gustaba me apoyó. Es comprensible que los padres al principio recelen. Esto tiene cosas buenas, pero también negativas. Es entendible que dé miedo.

-¿Ha sido muy exigente?

-El éxito se consigue siendo críticos. Analizo los partidos y dices ‘esta jugada no puede volver a pasar’. Cuando no han salido las cosas me ha costado dormir.

-¿Con qué momento se queda de su carrera?

-Soy un afortunado en el mundo del arbitraje. Lo más especial y emotivo fue el primer partido del Mundial. Un Alemania-Serbia. En España somos 40.000 árbitros y fui el elegido para estar allí. Algo que pasa cada cuatro años. Verme allí todavía me emociona. Fue el momento más emotivo.

-¿Y el más complicado?

-Los de regionales. Tenías que pelearte con todos y sin asistentes. Si hubiera tenido que arbitrar siempre ahí no sé si hubiera aguantado tanto. El fútbol profesional es diferente. A mayor calidad, más sencillo es arbitrar.

-¿Entre los complicados no metería ninguno de los diez Clásicos que ha pitado?

-No... Por ejemplo, el primero probablemente puede ser uno de los más sencillos en mi vida. Creo que sólo amonesté a dos jugadores y no hubo polémicas. Pero claro que hubo otros más complicados y con más trascendencia, como la final de Copa. Son partidos con una gran repercusión.

-Se marcha siendo el árbitro con más partidos en Primera (348). ¿Cómo vivió el último?

-Quería arbitrar un partido en el que no se jugara nada y poder disfrutar. El Madrid-Betis era uno de los pocos y el desplazamiento era cómodo para la familia. Fue un día muy emotivo.

-¿Es ingrato ser árbitro?

-Todos los trabajos tienen su parte positiva y otra que no tanto. A veces parece que tenemos la culpa de todo lo que pasa. Somos la excusa fácil y sencilla para cuando un equipo no está bien. Evidentemente nos equivocamos y lo seguiremos haciendo, somos personas. Pero a veces son injustas. Duele cuando se insinúa que el error ha sido premeditado.

-Hay quien critica un trato diferente a jugadores que no son del Madrid y del Barça.

-Eso es injusto. Tratamos a todos por igual. El árbitro tiene que ser justo. La gente se queja cuando el resultado no es positivo. Que nadie piense que vamos a por alguien.

-¿Cómo ha sido la llegada del VAR a la liga española?

-Ha habido situaciones en las que pudiéramos haber estado mejor. Es algo novedoso y manejado por personas. Pero le pongo una nota muy alta. Ha habido más de cien jugadas en las que la temporada pasada hubiéramos errado. El fútbol ahora es mucho más justo. Si alguien pensaba que con el VAR se iba a evitar la polémica estaba muy equivocado.

-¿Qué se debería mejorar?

-Evolucionará según la demanda del fútbol. Se ha abierto el abanico para que el árbitro pudiera ir a la pantalla. Tal vez dentro de unos años se miren los corners. Es lógico que no se abra tanto la mano de primeras. Todos queremos acertar sin que nadie nos lo diga, pero cuando llevas unos cuantos partidos dices: ‘Santo VAR, santo ángel de la guarda’. Ojalá hubiera tenido el VAR hace muchos años. Nos hubiera evitado errores importantes. Tal vez ahora tendría menos canas...

-UEFA y FIFA están designando a árbitros sólo para el VAR.

-Se está creando una nueva figura. Hay gente que destaca en el VAR por encima de otros. Habrá que ver con el paso de los años que forma tiene, pero tienen que ser árbitros. No puedes poner a cualquiera.

-¿Qué va a ser de Undiano?

-Seguiré en el CTA ayudando a las nuevas generaciones. No me imagino una vida alejado del arbitraje. Es mi pasión. El puesto para mí era secundario. Ahora me toca ver el fútbol desde el otro lado de la barrera.