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FRANCIA

Mbappé quiere mayor estatus

El francés no busca un nuevo contrato sino un estatus superior en el vestuario. Siente que tiene menos voz que otros jugadores.

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Mbappé quiere mayor estatus

Un tsunami amenazó las oficinas del Paris Saint Germain el pasado domingo cuando Mbappé (de 20 años) dejó caer que un proyecto fuera de París podría seducirle. “Creo que es el momento de tomar una mayor responsabilidad. Quizás en París sea feliz, pero quizás en otro lugar también con un nuevo proyecto”, advirtió mientras recogía el premio al mejor jugador de la Ligue 1.

La directiva entró en pánico y en menos de 24 horas quiso estabilizar la situación con un comunicado en el que aseguraba la permanencia del francés el año que viene. Su salida este verano resulta complicada y ni siquiera una oferta de 300 millones hará que el PSG enloquezca, según cuenta el entorno de Mbappé a Le Parisien.

Las palabras del joven atacante son interpretadas también como una señal al club para ser tomado más en cuenta después de otra temporada en la que Neymar se ha llevado la mayor parte de la atención y de los privilegios. Al momento se tomaron sus palabras como un globo sonda para cerrar la polémica con una mejora de contrato, pero las personas cercanas al futbolista aseguran que ni siquiera tienen planeada una reunión con el club a corto plazo.

Las señales van más por el lado emocional. Mbappé quiere subir un escalón en cuanto a jerarquía y reclama la atención del vestuario porque siente que futbolistas como Cavani o Di María tienen mayor peso. Ni siquiera pediría estar a la atura de Neymar, pero cree que ha demostrado personalidad para ser el segundo al mando con 20 años.

Mbappé llegó el domingo a la gala de la Ligue 1 dolido por el partido disputado el día anterior ante el Dijon a pesar del doblete conseguido en la goleada por 4-0. Al campeón del mundo con Francia le molestó que Tuchel le pusiera de extremo en la izquierda y no de delantero centro sabiendo que está en juego la Bota de Oro con Messi. Esos son los gestos que le hacen replantearse el futuro y más sabiendo que toda Europa cometería locuras por él.

Las aguas parecen más calmadas desde el domingo y se espera que en los próximos días todas las dudas queden despejadas con el viaje que hace el emir de Qatar y propietario del club, Tamim bin Hamad Al-Thani, a París para poner orden en un club que vive los días más convulsos de los últimos años.