Luis Suárez sigue sin fallar: es el rey de los días D en el Barcelona

Pese a venir de jugar 360 minutos en once días, cuatro partidos completos, las piernas le aguantaron a Luis Suárez y la cabeza estuvo lúcida para señalarle a Jordi Alba dónde quería el balón y burlar a Van Dijk. Suárez, otra vez, hizo el 1-0 en un día decisivo para los azulgrana. La tremenda figura de Messi arrasa en ocasiones con todo y su gol de falta en el 3-0 será la foto de una noche histórica. Pero eso no borra el mérito de Luis Suárez, que está completando una temporada mágica en la que no ha fallado en ninguno de los días decisivos.

Sin Messi, lesionado, en el primer Clásico de la temporada, Suárez firmó un hat-trick histórico ante el Madrid después de una segunda parte mágica en la que marcó dos golazos (cabezazo y picadita sobre Courtois). El uruguayo tampoco falló en una situación límite. Después del 1-1 en la ida de la semifinal de la Copa del Rey ante el Real Madrid, reventó la vuelta con una exhibición al contragolpe. Marcó el 0-1 tras pase de Dembélé, estuvo a medio metro de empujar el 0-2 que se metió Varane y provocó el penalti del 0-3 que él mismo transformó.

A Suárez se le apuntará también el gol que puso el punto final a LaLiga. Un disparo de interior, ajustadísimo, que hizo imposible la estirada de Oblak después de que el esloveno hubiese mantenido vivo en el partido ante el Atlético. Ese 1-0, celebrado de manera muy parecida al primer gol que le marcó al Liverpool este martes, es la mejor demostración de que no ha fallado en ninguno de los días decisivos de la temporada. Pese a no haber marcado ningún gol en la Champions hasta anoche, Suárez ya había sido decisivo con sus dos 'asistencias invisibles' en Wembley y sus partidos ante Lyon en el Camp Nou y United en Champions. La UEFA no le concedió como suyo el remate que tocó en Shaw, pero él estaba allí también, en otro día D.

Los retos que espera: Anfield, la final de Copa y la de Champions

No es extraño que Luis Suárez haya mandado alguna señal al club para ampliar su contrato un año más, hasta 2022. A sus 32 años, ha acallado el debate sobre su sucesión con goles, lleva 25 oficiales este curso, pero también con sus cinco asistencias en la Champions y un nivel físico altísimo. Está por ver si puede mantenerlo el curso que viene pasada la treintena, pero el uruguayo, después de cinco años triunfantes en el Barça, merece toda la credibilidad. Todavía le quedan tres retos este curso si nada se tuerce; la vuelta en Anfield, donde jugará ante su antigua afición; la final de Copa (ya sabe lo que es marcar en finales) y la de Champions en el Wanda con el recuerdo de aquel gol en Berlín ante la Juve...