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BARCELONA - LIVERPOOL | TOSHACK

"Hay que ser tonto para apostar contra el Barça si está Messi"

En 1976, el Liverpool tumbó al Barça de Cruyff en el Camp Nou con gol de John Benjamin Toshack. Desde Mallorca atiende a As por teléfono.

Actualizado a
John Benjamin Toshack

Un 30 de marzo de 1976, un gol de John Benjamin Toshack, jugador del Liverpool, tumbó al Barça en la ida de las semifinales de la Copa de la UEFA.

Ay, aquellos viejos tiempos. Tiene los periódicos de la época para leerlo o puede saberlo de la boca del caballo... Usted verá.

Prefiero lo segundo. ¿Qué recuerda de aquella noche?

Todo. De lo primero, que aquel día ganamos de blanco. Fue maravilloso. No sé a quién se le ocurrió la idea pero creo que pensó: "Vamos a ver si los asustamos un poco". Ya sabe, por lo de Real Madrid. No sé si fue Paisley, la verdad. Y claro, recuerdo el gol. Un saque de Clemence, un toque de Keegan y un gol mío. Marcaríamos ese gol 2.000 veces. ¿Sabe una cosa? La UEFA entonces era más difícil que la Copa de Europa. Iban el segundo, tercero y cuarto mejor de las grandes Ligas. Pasamos a la final y la ganamos al Brujas. En aquella época los equipos belgas eran fortísimos.

¿Era su primera noche en el Camp Nou?

La primera y única vez como jugador. Ya sabíamos que era un estadio espectacular. ¡Qué noche aquella! El Barça tenía un equipazo y jugaba con una camiseta azulgrana con las rayas más gordas que ahora. Recuerdo a Cruyff, a Charly Rexach, a Neskeens, Asensi. Mora era el portero. Todavía tengo en la rodilla los golpes que me dio Migueli aquella noche...

Corre una foto suya con Cruyff hablando ante los medios.

Creo que eso fue ya en Liverpool. Recuerdo que la vuelta fue también tremenda. Los últimos minutos fueron de una tensión terrible. Estábamos 11 y si nos metían el segundo estábamos fuera. Le contaré una cosa curiosa. Ganamos aquella UEFA contra el Brujas. El central que me marcaba en ese partido era Liekens. Mi última experiencia como entrenador fue en Irán (Tractor Sazi). Y el que me sustituyó fue él. ¡Qué pequeño es el mundo!

Usted no se ha jubilado.

Te jubilas cuando te ponen la caja negra. Ya me entiende. Pero tengo que ser sincero conmigo mismo. Ya no soy ese pollo de primavera que en 1985 llegó a San Sebastián. Tengo 70 años, vivo entre Mallorca, Barcelona y Gales. La vida de un entrenador es dura y sé que ya será complicado entrenar... Todo ha cambiado mucho.

A usted lo fichó Shankly para el Liverpool y le entrenó también Paisley. ¿Estar a las órdenes de esas leyendas es lo que hizo nacer en usted la vocación de entrenador?

Bueno, digamos que a mí me pasó algo raro. Yo fiché por el Anderlecht a los 28 años pero en la revisión médica se echaron atrás. Tenía problemas en la pierna izquierda, una calcificación del músculo. Me devolvieron al Liverpool y la situación allí digamos que se puso algo rara y les pedí que me dieran la carta de libertad. Entonces ocurrió lo del Swansea. Era un equipo de Cuarta División. Yo pensaba que aún estaba para jugar. Y entonces el presidente me puso de entrenador-jugador. Y de Cuarta pasamos a Tercera, de ahí a Segunda, de ahí a Premier... Y estábamos líderes a falta de seis partidos. Perdimos cinco de los seis partidos, pero acabamos en Europa. Fue una hazaña.

¿No le quedó la espina de entrenar al Liverpool?

Lo tenía hecho. Creo que era el año 1982. Hubo una reunión con ellos y se acordó todo, pero el equipo, que estaba en apuros, ganó ocho de los últimos nueve partidos o algo así y lo mío se enfrió. El Liverpool me dijo que ya no me ficharían. Fue como si me tirasen una bomba encima, un ridículo. Volví a Swansea y le dije al presidente que me perdonase pero que no iba a entrenar al Liverpool, pero el ambiente se volvió algo feo y entonces dejé las islas. Y ahí empecé mi historia en el Sporting de Portugal, la Real o el Madrid.

Sabe que hay una encuesta sobre los cien mejores jugadores de la historia del Liverpool y que usted, por supuesto, está entre ellos en el top40.

En el Liverpool viví los mejores días de mi vida. Recuerdo que cuando llegué Shankly me dijo: "Bienvenido al Liverpool, acabas de salir del colegio y de la misa del domingo y has llegado a la catedral". Fue maravilloso. Puedes tener grandes días como entrenador pero como jugar y jugar para el Liverpool no hay nada. Ganamos tres ligas, creo, en siete años. ¿Cuántos años hace que el Liverpool no gana una Premier? No es tan fácil. Nosotros lo hicimos porque Shankly era un maestro de fichar. No fichaba jugadores conocidos. Iba a la Segunda y a la Tercera. Por mí pagó 110.000 libras que era un dinero, pero yo venía de Segunda. Keegan venía de Tercera, pero es que Heighway venía de un equipo amateur. Shankly y luego Paisley tenían muy buen ojo con lo que querían. Decían que Keegan y yo éramos telepáticos. Más de 200 goles creo que hicimos. Yo no tenía ni que mirar para saber dónde lo íbamos a poner. Éramos como esas parejas que hay en el fútbol, sabe, que se entienden con la mirada.

Vamos a hablar un poco del fútbol de hoy. ¿Apuesta por el Barça o por el Liverpool?

Es muy difícil apostar en contra de Messi. Mientras esté Messi, hay que ser tonto para apostar contra el Barça. Es capaz de romper todo.

Usted ha visto a todos los grandes. ¿Es el mejor de la historia?

Messi es otra cosa, creo yo. Normalmente, los entrenadores hacen buenos a los jugadores. Yo creo que este es el que hace buenos a los entrenadores. Es de los mejores, aunque el más grande para mí siempre será John Charles. Lo vi jugar creo de nueve, de cinco. Vino al final de su carrera a jugar al Cardiff. Yo tenía 15 o 16 año. Paseé tardes enteras con él, inolvidables. Es lo mejor que he visto en mi vida, pero imagino que eso es algo personal. Yo veo a Messi...

Diga.

Es que lo primero que pienso es: a éste no hay ni que entrenarlo. Un entrenador suele estar muy nervioso durante un partido pero es que con este, imagínate el plus que te da. Es increíble. Igual que en el golf hay hándicap, aquí debería haber un hándicap Messi. Deberían darle un gol de ventaja a los rivales cuando jugaran contra Messi.

Valverde y Klopp. Dos estilos. Uno, la pausa; otro, la acción.

Valverde creo que de toda la vida ha sido conservador. Nunca fue un crack pero si está en el Barça imagino que tiene sus méritos, y no pocos. No hace mucho ruido. Y en cuanto a Klopp, es lo contrario. Pero ojo que Klopp no ha ganado mucho. En el Dortmund sí, pero en el Liverpool lo están esperando. En Inglaterra hay muchos títulos en juego al año y todavía no ha ganado lo que se espera de él. Con el City y con Pep tienen un problema. Y eso que han fichado muchísimos jugadores. Además, ahí tengo el corazón partido.

¿Y eso?

En el City está Txiki. Yo lo entrené. Como a Bakero y a Rekarte. Pero llegó Núñez y se los llevó a los tres. Pagó como 300 o 400 millones cuando habíamos sido subcampeones de Liga y Copa. Y yo le decía al presidente Uranga que para qué queríamos el dinero si no podíamos fichar. Un año después se abrió un debate en San Sebastián y pudimos fichar a Carlos Xavier y Océano de extranjeros... Y luego a Kodro. Y fuimos a Europa.

San Sebastián en los recuerdos.

¿Sabe a quién le gustaba mucho? A Mendoza. Le quería mucho a Mendoza. Era muy gracioso. Un día viene cabreado por una rueda de prensa que había dado y me dice: "En el Madrid los trapos sucios se lavan en casa". Y le contesté: "Eso hago hace dos meses pero siguen sin estar secos, así que he abierto las ventanas".

¿Qué piensa cada vez que en una televisión le recuerdan lo de "al final el domingo pone a los mismos once cabrones"?

Jaja. Muchos técnicos me fueron dando la razón a lo largo del tiempo. Pero era una manera de hablar. Pasó lo mismo cuando dije aquello de que era más fácil ver un cerdo volando encima del Bernabéu que yo rectificase.