NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

RAYO VALLECANO - REAL MADRID

Drama afeitado en Vallecas: ni Raúl de Tomás ni Benzema

El Madrid no levantó el veto a su canterano; el francés, lesionado. Paco Jémez le ha devuelto la pelota al Rayo, pero no los puntos: sólo 5 de 18.

Actualizado a
Drama afeitado en Vallecas: ni Raúl de Tomás ni Benzema
Ampliar

No lo duden. Si el Rayo se marcha a Segunda, lo hará con el balón bajo el brazo. En cinco de los seis partidos con Paco Jémez, el colista ganó la posesión (sólo la perdió ante el Betis, otro apóstol del asunto). Con Michel andaba por debajo del 50% de media. Pero una cosa son los principios y otra, los puntos: cinco de 18 posibles (sigue el partido en directo en As.com). Desde el efecto recuerdo hizo Martín Presa un último intento por salvar al equipo, casi desahuciado. Incluso contra la opinión de parte de la afición, que reprochaba a Paco haberse bajado del barco con el descenso de 2016. "Cometí un error", se justificó en su presentación el técnico.

Y es que en ningún otro sitio tuvo más jerarquía que en el Rayo. Lo fichó Camacho en 1990, cuando jugaba en el Murcia: "No había oído hablar del barrio en mi vida". Tampoco la afición franjirroja había oído hablar de él. De ahí saldría camino del Deportivo y de la Selección, pero ligado a Vallecas de por vida.

164 partidos ha dirigido al Rayo (nueve ante el Madrid, con nueve derrotas) sin renunciar al principio de que es mejor tener la pelota que no tenerla. "Pensamos que si éramos unos cagaos no íbamos a tener opciones. Y decidimos ir a pegarnos con todo el mundo", explicó a su llegada. Admirador de Cruyff ("Ha sido influyente en todo"), trabó amistad en la Selección con Guardiola. Les unió el gusto por el golf (Jémez es hándicap 1) y la habilidad para escaparse de la vigilancia de Camacho en La Roja para coger los palos. También compartieron una idea más difícilmente explicable en un modesto que en un grande.

Noche de falsos nueves

Ahora Paco ha llegado con el mismo manual, pero sin margen de maniobra. Porque el Rayo está a siete puntos de la salvación, es el equipo más goleado de la categoría, el de peor balance tantos a favor/en contra, el menos efectivo a balón parado... La del Valencia fue su única victoria en doce partidos y la dependencia de Raúl de Tomás, 14 goles, es tan extrema que sin él se siente desarmado. Y no estará ante el Madrid (ya faltó en Sevilla) por la cláusula del miedo, losa que el club blanco no quiso levantar. También faltará Di Santo, su relevo natural, fichaje de invierno inédito ante puerta. Así que al drama tendrá que ir con un inactivo Javi Guerra y o un nueve falso (Embarba o Trejo). Su propulsión es la desesperación.

En el Madrid, es día de la marmota: Keylor o Courtois. Al belga le ha tenido disponible en dos partidos y en los dos prefirió al costarricense, que ofrece mejores datos (0,95 goles encajados por partido frente a 1,31). Pero prometió ver a todos y lo hará. Es posible que hoy mismo. Sólo faltará por desfilar Vinicius, al que apartó una lesión en su mejor momento y el peor del equipo (dos derrotas ante el Barça y la eurocatástrofe). Tampoco le ve el técnico para Vallecas, donde no estará Benzema, el monogoleador. Había jugado todos los partidos de Liga hasta ahora y había marcado los últimos goles del equipo, al que deja huérfano y depresivo. Mariano, si no le suple, deberá cerrar la maleta. Ceballos y Llorente reingresan entre los posibles. Y también Brahim, último paño de lágrimas de la afición, dispuesta a venerar a cualquiera que acabe con el muermo.