Guardiola-Pochettino: la lucha de dos cabezas privilegiadas

Como si se tratara de un episodio más de una de esas series de culto (quizá no con los protagonistas más conocidos sobre el césped, pero seguramente con el guion más completo y con dos superestrellas en los banquillos), el Tottenham visita el Etihad con la idea de hacer bueno el 1-0 de la ida. Lo que ocurrió en Londres fue uno de esos capítulos memorables que además tenía una estrecha relación con otros anteriores. Guardiola recordaba perfectamente haber encajado ocho goles en los partidos de ida (lejos de casa) de las dos eliminatorias en años anteriores (5 ante el Mónaco, 3 ante el Liverpool en 31 minutos) y prefirió tener dos centrocampista detrás del balón.

En el encuentro de liga de octubre ganó el City en parte porque el Tottenham vio superada su presión alta con lanzamientos en largo del portero Ederson. En la segunda mitad salieron Winks, Dele Alli y Eriksen, el equipo se retrasó a defender en un bloque medio y la cosa se equilibró. La continuación de aquella segunda mitad se produjo en el nuevo estadio de los Spurs hace una semana y el City intentó adaptarse haciendo movimientos de fichas que eran contrarrestados por el Tottenham. Empezó Winks en la derecha y Sissoko en la izquierda, luego se fueron alternando. El lateral Delph, que se metía por dentro, empezó a salirse por fuera. Tras la lesión de Kane, primero Dele Alli, luego Lucas Moura y hasta Llorente jugaron de nueve.

Fue un fascinante encuentro de mentes privilegiadas que podía haber acabado de cualquier manera, un episodio histórico en cuanto a la riqueza táctica. Y se espera lo mismo del encuentro de hoy.